La innovación no tiene por qué ser alta tecnología, también ingenio, recurso necesario para quien quiere ir más allá con pocos medios. Como una bodega familiar de Zamora, que ha tomado romántica del mensaje en una botella para aumentar sus ventas.

La botella de vino esconde un sabor, a partir de ahora también palabras, porque cabe tanto dentro de una botella, como lo que quieras decir. Poemas, billetes, joyas… todo lo que quepa en la cápsula, que no roba protagonismo al vino, porque no da sabor, es como el cristal de la botella.

La idea es la chispa necesaria para competir en un mercado voraz. Usan el ingenio, a lo que añaden las posibilidades que les brinda Internet para ganar amigos y consumidores.