La población de Castilla y León vive 2,4 años más que hace una década y lo hace en mejor estado de salud, todo pese a que los factores de riesgo no se han contenido. En concreto, la esperanza de vida al nacer se sitúa en los 83,98 años, por encima de los 82,8 de la media española y los 80,6 de la de Europa, y la esperanza de vida en buena salud es de 63,3 años, frente a los 60,8 de España. "Esto se traduce en que vivimos más años, y más años sin limitaciones o en mejor estado de salud que nuestros compatriotas".
Así lo sentenció el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, durante la presentación del informe 'Indicadores de salud en España', unos datos que se logran gracias al "funcionamiento adecuado" del sistema sanitario de la Comunidad, y que hizo públicos a cuatro días de la manifestación impulsada por las mareas blancas de Castilla y León este sábado, 20 de enero, en Valladolid.
El estudio, elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales con datos de 2015 y 2016, incluye otros indicadores que ponen de manifiesto "una evolución favorable del nivel de salud que, en general, se sitúa por encima de la media nacional". Por ejemplo, si se analiza la esperanza de vida -83,98 años, 86,8 en el caso de las mujeres, y 81 en el de los hombres-, se observa que sólo los madrileños y navarros presentan mejores datos, 84,4 años y 84- y que la previsión en Castilla y León es hasta 2,3 años superior a la de los andaluces, la comunidad con peor indicador.
En cuanto a la calidad de vida, que se mide en años de vida saludables y en esperanza de vida en buena salud, los dos indicadores presentan mejores datos en Castilla y León que la media nacional. En el primer caso, se trata de 69,9 años de vida saludables –la media nacional es de 66,7- y esperanza de vida en buena salud, 63,3 años, frente a 60,8 en España.
Baja mortalidad
También, si se observa la tasa de mortalidad general ajustada por edad, por 100.000 habitantes, Castilla y León presenta resultados mejores: 422,14, un 8,6 por ciento menos que la media nacional del de 462,07. Además, es la tercera comunidad con menor tasa de mortalidad general, por todas las causas. A ello se une que la mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio es un 12 por ciento inferior a la de España -tanto en relación con la isquemia cardíaca como con los accidentes cerebrovasculares-; y la tasa de mortalidad por tumores malignos es similar a la nacional -142,6 versus 141,6-. En enfermedades crónicas -EPOC, enfermedades del hígado y del riñón-, la mortalidad es significativamente inferior y ligeramente superior en diabetes.
Por lo que respeta a la morbilidad, es decir, la cantidad de personas que enferman en un determinado periodo de tiempo, las enfermedades del aparato respiratorio y las del aparato digestivo se sitúan por encima de la media española –con 1.050 casos frente a 983 y 1.071 frente a 1.011, respectivamente-, mientras que por debajo están las enfermedades del aparato circulatorio, con 788,3 casos frente a los 867,4 de media nacional y los tumores malignos, con 560,7 casos frente a 564,2.
Hábitos de vida saludables
En cuanto a los hábitos de vida, las cifras de Castilla y León también son "alentadoras", con un 25,4 por ciento de población fumadora -26,3 en España- y un 5,4 por ciento de población gran fumadora, es decir, que fuma 20 cigarrillos o más al día –la media nacional es de 6,9 por ciento. La población consumidora de alcohol también es inferior a la media, pues en la Comunidad el porcentaje de personas que consumen en una cantidad de riesgo para la salud es del 2,5 por ciento, mientras que el porcentaje de población que no ha consumido alcohol en los últimos 12 meses es de un 32,9 por ciento.
A ello se une que el porcentaje de personas obesas –con un índice de masa corporal superior a 30- es inferior a la media de España, con un 13,8 por ciento frente al 15,2, mientras que el porcentaje de población que no realiza actividad física en su tiempo libre es de un 31,7 por ciento en Castilla y León y de un 35,2 por ciento en España.
Salud materno infantil
El estudio también arroja una tasa de 2,2 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos, por debajo de los 2,7 del conjunto del país. Los nacidos vivos de madres cuya edad era menor de 20 años fue de dos por cada 1.000 habitantes tanto en España como en Castilla y León, mientras que el número de bebés que nacieron de madres con edades de 35 años o más fue superior en Castilla y León que en España -41,6 por cada 1.000, frente a 37,6 casos por cada 1.000-. Asimismo, destaca también un porcentaje inferior en el número de nacidos vivos prematuros, un 7,2 por ciento frente al 7,6 de la media nacional. Las tasas de interrupciones voluntarias del embarazo también son inferiores en la Comunidad, con 6,3 casos por cada 1.000 mujeres, frente a las 10,4 del país.
En lo fundamental, resumió el consejero, los datos de este Informe son similares a los de la Encuesta Europea de Salud 2014, publicada por el Ministerio el pasado mes de octubre. En España se han realizado más de 22.000 entrevistas con datos relativos a mortalidad y estilos de vida que, en lo fundamental, reflejan las mismas tendencias que el informe de 2017, salvo un elevado consumo de alcohol en la Encuesta Europea para España.