EL TIEMPO

Julio de 2015, el más cálido desde que hay registros y con la ola de calor más larga de la historia

Únicamente los dos últimos días de julio tuvieron temperaturas normales

Europa Press

El mes de julio de 2015 es ya el más cálido de la serie histórica, ya que ha tenido un carácter 'extremadamente cálido' y una temperatura media de 26,5 grados centígrados, lo que supera en 2,5 grados centígrados la media del mes y en 0,3 grados la temperatura media mensual máxima que se registró en agosto de 2003, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que confirma que ha registrado 'una' única ola de calor, y no varias.

Según ha explicado la portavoz de la AEMET, Ana Casals, se trata de un mes 'extremadamente cálido' y ha sido el mes de julio más cálido de la serie histórica, al superar el valor máximo absoluto de temperatura media mensual de agosto de 2003, que fue de 26,2ºC.

Además, ha señalado que la oscilación térmica diurna ha sido también 'superior a lo normal' porque la media de temperaturas máximas diarias ha sido 2,8 grados centígrados superior al valor normal y la media de las mínimas 2,2 por encima del valor normal.

Por ámbito geográfico, ha indicado que esta treintena fue 'extremadamente cálida' en 'casi todo' el interior peninsular y en gran parte de la mitad este y del resto de Andalucía. En el resto de la Península fue 'muy cálido', excepto en 'algunas pequeñas áreas' del oeste de Galicia donde fue normal a cálido. Mientras, en Canarias, julio ha tenido un carácter cálido a muy cálido y en Baleares, entre cálido y extremadamente cálido.

Asimismo, ha destacado las temperaturas fueron más de 3 grados centígrados por encima de los valores normales (anomalías) en gran parte del centro y del cuadrante sureste peninsular y en otras zonas del nordeste, mientras que en el resto de España las medias de julio estuvieron 'en general' en torno a 2 grados centígrados por encima de lo normal. Solo tuvieron anomalías térmicas positivas de menos de un grado centígrado en áreas 'muy reducidas' del oeste de Galicia y de Canarias.

La portavoz ha hecho hincapié en la 'extraordinaria persistencia' de los valores por encima de lo normal y de las 'condiciones de temperaturas muy elevadas', tanto de las máximas diarias como de las mínimas nocturnas.

El jefe del área de climatología de la AEMET, Antonio Mestre, ha indicado que julio tuvo, a lo largo del mes, 'una sola ola de calor' que se inició el 26 de junio y que ha estado formada por varios periodos de altas temperaturas, con algunos pequeños intervalos de temperaturas más bajas como separación.

'Se trata de la ola de calor de mayor longitud, con más de un mes de duración y duplica la de agosto de 2003, que se extendió durante 16 días', ha apostillado Mestre, que ha subrayado que este ha sido el julio 'más caluroso' desde los años 60. 'No ha habido respiro de calor hasta el mes de agosto, cuando han comenzado a aumentar las oscilaciones térmicas'.

Al mismo tiempo, ha dicho que únicamente los dos últimos días de julio tuvieron temperaturas normales y que por ejemplo, el observatorio de Madrid-Retiro bajó de los 20ºC durante las últimas horas del 31 de julio, hasta los 19,6ºC. 'Es un hecho curioso', ha valorado.

De este modo, ha destacado que julio ha sido 'una ola de calor', ya que se trata de un evento de temperaturas muy elevadas que se ha prolongado durante 33 días y que los más calurosos fueron el 6 y 7, cuando se superaron los 45ºC en el Guadalquivir e interior de Valencia. Otros de los periodos más calurosos fueron del 3 al 9 de julio, del 12 al 24 y del 26 al 29.

Además, ha añadido que durante 'muchos días del mes' se llegó a 40ºC en casi todos los observatorios de capitales de provincia de la mitad sur, centro peninsular y en el interior de Cataluña y bajo Aragón. En Madrid, por ejemplo, solo se alcanzaron los 40ºC el 6 y el 7 pero hubo muchos días de 39ºC.

Para el jefe de climatología, este ha sido un mes 'excepcional' por la persistencia de la ola de calor y su longitud; por la ausencia de situaciones de entrada de viento fresco del norte o noroeste, no tanto por las precipitaciones, porque ha sido un mes normal, pero sí por lo excepcional de las temperaturas más elevadas.