POLÍTICA

Tudanca y García-Page esperan que la reforma de la financiación se aborde 'lo antes posible' y atienda la solidaridad territorial

El secretario general del PSCyL y el presidente castellanomanchego coinciden en un modelo que tenga en cuenta la igualdad de servicios donde vive la gente.

Ical

El secretario general del PSCyL y candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Luis Tudanca, y el presidente  de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, esperan que la reforma de la financiación autonómica se aborde "lo antes posible" y "más pronto que tarde" por el Gobierno de Pedro Sánchez, pero desde el equilibrio y el respeto a la solidaridad territorial y la igualdad en la prestación de servicios con independencia de donde residan los ciudadanos.

Los criterios que deben primar en la revisión de la financiación autonómica es uno de los asuntos que compartieron este martes los dos políticos socialistas en la reunión mantenida en la sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, en el marco de una gira a comunidades autónomas con Gobierno del PSOE que inició Luis Tudanca en Extremadura y continuará en noviembre en Valencia.

Además, coincidieron en políticas para luchar contra la despoblación y fijar población, donde García-Page se refirió a un Pacto de Estado, en el blindaje de los servicios públicos, en la mejora de las infraestructuras de dos comunidades vecinas y en que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) mantenga los fondos actuales.

"Mantenemos el mismo nivel de urgencia y de exigencia", afirmó el secretario general del PSCyL en relación a la reforma de la financiación autonómica, pero advirtió de que el "modelo lleva tiempo caducado" y no se puede pedir al nuevo Gobierno un acuerdo en los meses en el cargo. "Sí, espero que se aborde lo antes posible", afirmó, convencido de que debe recoger las variables de envejecimiento, despoblación o dispersión.

Por su parte, García-Page, que este lunes se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la ronda con los presidentes autonómicos, manifestó que el Ejecutivo central mantiene la "seriedad y la franqueza" de que el acuerdo es "complejo", si bien añadió que "no va a dejar de intentarlo". "Espero que se aborde más temprano que tarde", aseveró el dirigente castellanomanchego.

En tal sentido, reconoció que existen "visiones contrapuestas" y recalcó que si la financiación autonómica "se aparta de un modelo equilibrado" en el que no es sólo "la gente sino donde vive, no hay posible un acuerdo", a la vez que reconoció la incidencia del "forcejeo" independentista catalán en su retraso y se preguntó si la Generalitat se va asentar con "comunidades de segunda o de primera preferente" para concluir que "es evidente que no".

Aun así añadió que las restantes comunidades se pueden sentar con el Gobierno, pero estimó que "lo oportuno es que todos echen una mano", ya que en ese caso también consideró que se darían argumentos a Cataluña para "regodearse" e incluso pedir el cupo. García-Page insistió en que se entienda la petición de Castilla y León y Castilla-La Mancha en relación al coste de los servicios y puso como ejemplo que en Fuenlabrada hay cinco centros de salud casi juntos, cuando en Cuenca son 50.

Modelo de Estado

Los dos secretarios generales del PSCyL y del PSCM compartieron también el modelo de partido y de la España del Estado de las Autonomías, donde Gracía-Page cargó contra los independentistas catalanes y recordó que Castilla y León y Castilla-La Mancha "no tienen ningún complejo en decir y nadie nos gana en historia y sentimientos ante los golpes que dan los independentistas". "No somos más, pero no admitimos menos, ni nos resignamos", advirtió.

En políticas de despoblación, el mandatario castellanomanchego reivindicó un Pacto de Estado al considera que "no puede ser que el Oeste se despueble" y pidió que se aborden también las migraciones interiores como se hace con la inmigración. "Hay que mirar al Mediterráneo, sí, pero también al Atlántico y a Portugal, para que no sea un país dual", concluyó.

Tudanca, por su parte, reivindicó "la voz de la España vacía" y abogó, en concreto, porque "Castilla y León tenga voz" en el contexto nacional "si quiere tener futuro". Para el dirigente castellano y leonés, la comunidad vecina y su Gobierno es "un buen aliado" en la defensa de un nuevo modelo de financiación autonómica, en la lucha contra la despoblación, en el blindaje de los servicios básicos y en mantener los actuales fondos de la PAC.