En este museo encontramos un modelo del equipo del caza bombardero americano como el que lanzó las bombas sobre Hiroshima, aparatos que estuvieron presentes en el desembarco de Normandía. Cerca de 300 piezas únicas. Un paseo por la segunda mitad del siglo XX a través de la radiotrasmisión.
Equipos civiles y militares que en su mayor parte todavía funcionan y que pertenecen a la colección del burgalés Inocencio Bocanegra. Un mundo único que también nos permite descubrir la evolución de la técnica a través de la historia.
La visita incorpora otra singularidad la recreación de una trinchera de la primera guerra mundial. Un espacio singular que nos traslada en tiempo y en la historia cuando la radio era vital para la vida.