CAMPO | Para la campaña 19/20

Azucarera se compromete a negociar con las opas un complemento vinculado al precio del azúcar

La empresa ha apelado a la 'profunda caída' de los precios del azúcar para anunciar un cambio 'en el modelo de colaboración con los agricultores'.

Europa Press

La empresa Azucarera se ha comprometido a negociar con las organizaciones profesionales agrarias un complemento vinculado al precio del azúcar para la campaña 2019/2020 cuando los agricultores recibirán un ingreso de 26 euros por tonelada de remolacha al que se añadirán las ayudas comunitarias regionales aplicables y ese complemento "asegurando de este modo que el cultivo de remolacha siga siendo rentable".

La empresa ha apelado a la "profunda caída" de los precios del azúcar para anunciar un cambio "en el modelo de colaboración con los agricultores" para las siembras de la campaña norte 2019/2020 con el objetivo de garantizar el futuro del cultivo de remolacha y la sostenibilidad de la industria azucarera y su cadena de valor.

Azucarera ha informado de que acumula unas pérdidas de 30 millones de euros en los últimos cinco años y para el presente ejercicio prevé un resultado negativo de otros 40 millones de euros en su cuenta de resultados.

Según ha detallado la compañía, a partir de la campaña 2019/2020 un agricultor que obtenga 100 toneladas por hectárea de remolacha obtendría un ingreso de 2.600 euros por hectárea lo que, unido a la ayuda nacional y a la ayuda agroambiental, situaría el nivel de ingresos aproximadamente en 3.600 euros por hectárea en la zona norte.

Azucarera aclara a este respecto que si se asume un coste de producción de remolacha de 2.500 euros por hectárea, que incluye riego, fertilizante o productos fitosanitarios, el margen es superior a los 1.000 euros por hectárea, una cifra confirma, a su juicio, que de mantenerse el actual momento de "precios deprimidos" del azúcar la remolacha seguirá siendo un cultivo rentable, "incluso sin el complemento que se aplicaría una vez se recupere el precio".

El consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero, ha advertido de que en estos momentos está en juego la viabilidad de un sector que emplea a más de 4.000 personas entre trabajadores de esta empresa y agricultores en toda España.

"Tenemos la obligación de adaptarnos a una nueva realidad tras el fin de las cuotas y ser capaces de responder tanto al agricultor, pilar fundamental del sector, como a las comunidades en las que operamos, así como a nuestros clientes", ha explicado el dirigente de Azucarera para justificar una medida "en línea con la que ya se han tomado en otros países europeos" para proteger la continuidad de un "sector estratégico" en el entorno rural por la riqueza y empleo que genera y por los beneficios agronómicos del cultivo.

La empresa se ha ratificado en que la medida comunicada este martes persigue lograr una "mayor integración" con el agricultor que, según asegura Azucarera, podrá participar de unos "mayores beneficios" cuando se empiece a recuperar el precio del azúcar.

"Azucarera ofrece modelos que garantizan la rentabilidad y minimizan el riesgo para el agricultor", ha defendido la empresa en este comunicado en el que ratifica su apuesta por el sector para recordar que en el periodo 2012-2022 la compañía tiene comprometida una inversión de más de 155 millones en España, de los que ya ha invertido 86 millones a falta de ejecutar 69 millones adicionales.

Según ha recordado la empresa, desde la desaparición de las cuotas de producción europeas en septiembre de 2017, el precio por tonelada de azúcar ha caído un 29 por ciento hasta los 350 euros (agosto de 2018), el nivel más bajo de la serie histórica que ha generado una "importante crisis" en el mercado, "no solo en España sino a nivel comunitario".

Por su parte, la directora del Área Agrícola de Azucarera, Salomé Santos, ha recordado que el cultivo de la remolacha es "fundamental" en las zonas en las que se sitúan sus fábricas, "con un impacto muy positivo desde el punto de vista económico, social y agronómico".

Santos ha asegurado que el compromiso de Azucarera es que el cultivo de la remolacha siga siendo rentable en el nuevo contexto de mercado y ha aclarado que la actual situación es coyuntural convencida de que los precios del azúcar volverán a subir por lo que el agricultor podrá ser partícipe de mayores beneficios una vez se recuperen. "Debemos permanecer unidos y trabajar juntos por la sostenibilidad del sector. Sin la remolacha perdemos todos", ha reivindicado.