La celebración de Genarín la pasada madrugada del Viernes Santo volvió a congregar a miles de personas -se calcula que unas 30.000- en las calles de la capital leonesa para acompañar a la procesión pagana en honor de Genaro, un borrachín y pellejero que falleció al ser atropellado mientras orinaba por el primer camión de la basura de la ciudad, el 29 de marzo de 1929. Según fuentes de la Policía Local, a pesar de la multitud, no ha habido que lamentar grandes incidentes.

Aunque sin grandes complicaciones, no faltaron los altercados, y el Servicio de Emergencias de Castilla y León tuvo que participar en siete peleas registradas en las calles de la capital leonesa y atender nueve avisos por intoxicación etílica en una fiesta en la que el alcohol se ha convertido en el gran protagonista.

A primera hora de esta mañana, los servicios de limpieza del Ayuntamiento de León continuaban trabajando para que el centro de la ciudad, en especial la plaza del Grano, que es donde se congrega la mayor parte de los participantes en esta fiesta, recuperase su imagen, al encontrase con una gran acumulación de basuras como resultado de una larga noche de celebración.