CAMPO | Mercado sin cuotas para 2017

Pacto de los grupos de las Cortes de Castilla y León en defensa de la remolacha

Todos los partidos representados en el Parlamento autonómico acuerdan medidas de apoyo a los productores e industria destinadas a rentabilizar el cultivo

Ical

Todos los partidos representados en las Cortes de Castilla y León han sellado un pacto en defensa de la remolacha y ante el reto que tiene el sector por la desaparición de las cuotas y la liberalización del mercado en septiembre de 2017, con medidas para los productores y la industria de un cultivo considerado estratégico en la Comunidad en el que participan 4.800 agricultores y en el que se articulan unos 1.500 empleos directos.

El acuerdo, que lleva la firma de PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU y UPL, recoge un conjunto de propuestas como la colaboración entre las administraciones, los agricultores remolacheros y la industria; de mejora de la infraestructura de regadío, concentración parcelaria y caminos; de promoción del cultivo y asesoramiento al productor; y de fomento de la incorporación de jóvenes para rejuvenecer el sector a través de ayudas del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.

"El objetivo es visualizar la unidad, lanzar un mensaje único de que el sector tiene futuro", afirma el portavoz popular de Agricultura y Ganadería en las Cortes, Óscar Reguera, en declaraciones a Ical, al explicar cómo se fraguó el acuerdo, que se articula en una proposición no de ley conjunta, que se debatirá en el próximo pleno de las Cortes. Reguera defiende que este es el momento para dicha iniciativa dado que los agricultores tienen que tomar sus decisiones sobre qué sembrar en 2017.

La desaparición de las cuotas dentro de un año se presenta por los firmantes del texto como un reto, pero también como una oportunidad. El techo de producción en España está en 500.000 toneladas y el consumo es de 1,3 millones, de ahí que se tengan que importar otras 900.000, argumento al que acude el parlamentario popular para aseverar que un mercado liberalizado es una "oportunidad" para aumentar la producción y abastecimiento.

"Se puede llegar a un sector más pujante y profesional, pero hay que pelear", sostiene Reguera, que para ello apunta, entre otras cuestiones, a que "cada parte haga lo que sabe hacer bien" y a que se cumplan los compromisos, como el Acuerdo Marco Interprofesional firmado por Azucarera hasta 2020 y los acuerdos internos de la Cooperativa Acor. La primera cuenta con cuatro centros, dos en Zamora (Benavente y Toro), uno en León (La Bañeza) y otro en Burgos (Miranda de Ebro); y la segunda con uno en Valladolid (Olmedo).

El sector en la Comunidad está sometido a una "presión creciente" del resto de competidores europeos, compensada por la profesionalidad de los agricultores castellanos y leoneses, lo que supone que el cultivo regional tenga uno de los mayores rendimientos por hectárea de la Unión Europea, resaltan los firmantes. No obstante, el riego eleva los costes fijos hasta un 40 por ciento.

Precisamente, entre las medidas del acuerdo se encuentran la modernización de regadíos para reducir el volumen de costes fijos asociados al cultivo de la remolacha en Castilla y León, mejorar la eficiencia en el uso del agua y de la energía e incrementar la rentabilidad de los terrenos de esta producción, con especial atención a las energías renovables.

En otra de las propuestas acordadas, se apuesta por potenciar la concentración parcelaria, en especial en las áreas de cultivo próximas a los centros de producción, mediante la unión de pequeños grupos de parcelas colindantes, para aumentar su tamaño medio y facilitar la transición a una modernización del regadío. Además de acondicionar los caminos para una mejor circulación de los camiones de transporte, fomentar los drenajes artificiales en las parcelas y adelantar las campañas de riego.

"Desde el punto de vista agronómico es un cultivo interesante", resalta Reguera, que se refiere a sus beneficios medioambientales y a que es adecuado para la rotación exigida por la PAC, al tiempo que se refiere al trato en el Programa de Desarrollo Rural. "El caballo de batalla son los costes adicionales", advierte, de ahí que se recojan medidas con el objetivo de "suavizar" la diferencia estructural con los competidores europeos. "Si hay confianza y respeto entre las partes, y se cumplen los acuerdos, el sector tiene un futuro prometeros", vaticina.