Con bares, cafeterías y restaurantes cerrados o a medio gas, las empresas distribuidoras no distribuyen. Tienen los almacenes llenos, a reventar de bebidas y alimentos que consumíamos en esos establecimientos y ya dan por perdido el 40% de la facturación de este año.
Prácticamente la totalidad de sus clientes son hosteleros, "la actividad va ligada a la suya", asegura Ricardo Fernández, presidente de ADIBEVA, la Asociación vallisoletana de distribuidores de Bebidas.
"Pasamos de unas ventas del 100%, al 2%. Prácticamente la inexistencia de ventas y operaciones de la compañía", relata Javier García Díez, gerente de Gregorio Díez, quien vaticina una pérdida del 40% en su facturación y dos o tres años para recuperarse
En cuanto a distribuidores de alimentación tampoco son más optimistas. En pleno ERTE, la distribuidora Extealde se reinventa: "Estamos intentando lo online, pero evidentemente no es suficiente", lamenta Francisco Herrera, gerente de Extealde
El sector venía tocado por la anterior crisis y aseguran que serán bastantes las empresas que decidan no continuar.