La edición de títulos aumentó a nivel nacional en todas las Comunidades en 2016, aunque lo hizo de manera especial en Castilla y León, donde creción en un 31,2 por ciento, si bien la tirada media descendió en un 0,5 por ciento. Según los datos del último Estudio de Comercio Interior del Libro, en lo referente a títulos vivos en catálogo, también se produjo un aumento con respecto al año anterior del 7,9 por ciento, situándose la media de títulos vivos en catálogos en 418.
Por otro lado, en el año 2016 se registró un descenso de un 3,4 por ciento del empleo respecto a 2015, siendo el número medio de empleados en nómina de ocho, frente a los nueve que venían manteniéndose desde el año 2014. Las editoriales de Gremio de Editores de Castilla y León generaron empleo para un total de 172 trabadores, es decir, el 1,4 por ciento del total.
El número de colabores externos también descendió con respecto a los datos del año 2015. El número medio fue de dos frente a los tres del año 2015 o los 21 del año 2014. Además, las ventas de libros en el mercado interior con respecto al año 2012 han sufrido un pequeño incremento en los últimos años.
Otro objetivo de las editoriales asociadas es el establecimiento de alianzas con otros agentes del sector del libro, como libreros y bibliotecarios, para desarrollar políticas en favor del libro. De cara al futuro más próximo los editores consideraron necesario coordinar los esfuerzos de todos los agentes implicados en el sector del libro para desarrollar iniciativas de fomento de la lectura.
A nivel nacional la Federación de Gremios de Editores desarrolla desde hace algunos años conversaciones con el Gobierno en orden a la publicación de un Plan Nacional del libro. Castilla y León cuenta desde hace años con un plan de lectura, pero los editores ven necesario implementar las medidas allí recogidas, proponer otras más audaces y que en la elaboración de dicho plan se cuente con la participación de todos los agentes del sector del libro.
Un frente en el que es necesario seguir avanzando es en la lucha contra la piratería que está haciendo enorme daño al sector del libro. En los últimos años parece que se han iniciado procesos judiciales a los infractores de la ley de propiedad intelectual. Pero hay que avanzar mucho todavía en la concienciación social, por ejemplo entre los docentes, en orden a explicar las enormes consecuencias que para la actividad cultural trae la piratería, explicaron a través de un comunicado.