Su tecnología permitirá focalizar el tratamiento en las zonas afectadas por un tumor y respetar las sanas que se encuentren cerca de ellas. Atenderá a 450 pacientes al año.
Un paisaje de las Médulas preside el búnker que alberga el nuevo acelerador del servicio de radioterapia. El objetivo, facilitar un ambiente más relajado a los enfermos de distintos tipos de cáncer que a partir de julio se podrán someter a tratamiento con esta nueva máquina. Este acelerador se encuentra de momento en fase de pruebas.
Los expertos miden la radiación en una cuba de agua para adaptar las corrientes a distintos tratamientos por ser el medio que se comporta de una forma más parecida con el cuerpo humano.
"Es muy importante que estas medidas sean con la mayor precisión y muchas veces de forma repetitiva para evitar errores porque cualquier error que cometiéramos en esta fase inicial, pasaría a todos los pacientes", afirma María Jesús Cesteros, Jefa de Radiofísica del Hospital de León.
Por el momento es la única máquina de estas características en los hospitales públicos de Castilla y León.