SALAMANCA

Lula Da Silva elogia la educación como motor de desarrollo de un país

  • El expresidente brasileño es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca a pesar de como aseguró no tener ningún título universitario, algo que definió como emocionante.

Ical

El expresidente de la República Federal de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Salamanca en un acto en el que alabó el papel de la educación como el motor de desarrollo de una nación, poniendo como ejemplo el impulso educativo que vive su país desde su llegada al poder en 2.002. Lula da Silva confesó sentirse profundamente emocionado al ser honrado por una universidad con casi 800 años de historia mientras que la primera universidad de Brasil fue fundada en 1.930.

Consideró,  con el pesar de no tener ningún título universitario, que la educación es el impulso que necesitan los ciudadanos para luchar contra las injusticias sociales y la herramienta para la libertad, la igualdad y la desaparición de las personas que se encuentran marginadas. El político y sindicalista sudamericano alabó la libertad desde la perspectiva del conocimiento y de la educación y hizo suyas las acciones de Miguel de Unamuno que en "esta universidad defendió la libertad frente al oscurantismo".

Destacó la necesidad de la educación y resaltó que gracias a la educación y a la regularización de los salarios se consigue la "estabilidad económica" que ha permitido en los últimos 11 años que 36 millones de brasileños salgan de la pobreza, que 43 millones de ellos alcancen el estatus de clase media y, sobre todo, la creación de 21 millones de empleos en el país sudamericano. Unos logros que no consideró propios "sino de la ciudadanía, unos ciudadanos que hasta entonces estaban al margen".

Así mismo, afirmó que este doctorado que se le imponía "es para todos los brasileños porque han permitido los grandes triunfos de los últimos años". Salamanca, aseguró, tuvo la "audacia moral e intelectual de en el siglo XVI reconocer a los indígenas como seres humanos", por ello, es "muy importante la distinción de esta universidad". Una lucha de reconocimiento que considera que no ha acabado aún y, por ello, durante sus años de mandato lucho por el acceso a la universidad de "negros e indigenas"  porque "sin educación no se puede transformar a la sociedad".

En ese sentido, aseguró que en esa labor de integración de los más pobres, desde 2.002 se han creado en Brasil 18 universidades públicas y 146 campus universitarios, "de esta manera se aseguraba que los pobres de la periferia podían acceder a la educación universitaria" pasando de tener 113 mil estudiantes a 227 mil. Aseguró no entender como en todo el siglo anterior no se habían creado más universidades. "El pobre sólo estaba destinado a ser albañil y creemos que tiene derecho a ser ingeniero", matizó.

Un país que tiene mucho que avanzar para dejar de "tratar a los pobres como un problema sin solución", ya que son la parte esencial de la solución, junto con los trabajadores. Concluyó asegurando que con sus políticas. “Aprendimos a valorar que el dinero gastado en educación no es gasto sino inversión y ésa es la clave del desarrollo". El político brasileño bromeó asegurando que le gustaría ser licenciado en economía para ser un economista en la oposición "porque cuando uno está en la oposición lo sabe todo".