Óscar Esquivias (Burgos, 1972) es un apasionado del relato breve. "Para mí, es lo más cercano a lo que puedo aspirar de escribir un poema. En este sentido, me hace sentirme muy poderoso como escritor, porque en un cuento las palabras tienen que ser las justas, las precisas, no puede haber ni un desfallecimiento, mientras que la novela es un género que lo soporta todo, digresiones incluidas", apunta.
Una decena de los cuentos que ha publicado en diversas revistas y obras colectivas en los dos últimos años aparecen ahora reunidas en el volumen 'Pampanitos verdes' (Ediciones del Viento, 16 euros), que toma su título de un relato publicado originalmente en la obra colectiva 'Contamos la Navidad'. "Creo que ese relato, que evoca a un villancico popular y luego resulta ser un cuento de Navidad triste, da el tono de todo el conjunto. Es como si todo el libro estuviera afinado en ese tono, a la vez divertido y con un poso amargo", explica.
Según apunta el autor, los diez cuentos están escritos en los dos últimos años, desde la aparición de 'La marca de Creta' (Premio Setenil 2008 al mejor libro de relatos publicado en España). "Cada uno es independiente y nació en circunstancias distintas, aunque sí he apreciado una mayor unidad que en 'La marca de Creta', que era una especie de antología de toda mi vida literaria como cuentista a lo largo de más de diez años. Ahora me he dado cuenta de que los relatos son más homogéneos, y de que tienen en común una especie de atención a los momentos de transición en la vida de una persona. Casi siempre los protagonistas son personajes jóvenes que viven un momento de cambio, el paso de la niñez a la adolescencia, o de la adolescencia a la juventud, o de la juventud a la madurez", reflexiona.
"A la hora de plantearme el libro, busqué que aunque los relatos fueran independientes, tuvieran algo en común para que el volumen no fuera un mero amontonamiento de textos. Busqué que tuvieran algún espíritu común, alguna relación. Ahí me sentí como un pintor cuando tiene que preparar una exposición, que se mete en el taller y dice: 'De todo lo que he pintado, qué es lo que cuelgo en las paredes y en qué orden'", apunta.
Dos inéditos
De los diez textos que integran 'Pampanitos verdes', dos son inéditos. Se trata de 'El centurión', concebido para un libro homenaje al salmantino José Miguel Ullán, y 'El estudiante de Salamanca', dedicado a otro poeta, el segoviano Luis Javier Moreno. Esas historias se suman a otras tres aparecidas en 'En el secreto Alcázar', el libro de fotografías del vallisoletano Asís G. Ayerbe (que firma la portada de 'Pampanitos verdes'), y otras recogidas en la revista digital 'El coloquio de los perros', la publicación 'Otro lunes, revista hispanoamericana de cultura', en el volumen colectivo 'En las ciudades' o en el periódico 'El nocturno', distribuido durante la última edición de La Noche Blanca burgalesa.
En estos momentos, mientras ultima los detalles para viajar a la Feria del Libro de Guadalajara (México), Esquivias se encuentra trabajando en su nueva novela, de la que, por el momento, prefiere no adelantar nada. "Escribir novelas es algo que me gusta mucho, porque es como una aventura larga, un viaje alrededor del mundo que nunca sabes si acabarás bien o con la pierna rota. Estoy en una fase muy inicial, no estoy embarcado totalmente en la escritura todavía, y en ese sentido soy un poco pudoroso. Temo hablar sobre lo que estoy haciendo porque pienso que es como manosearlo", esgrime.