TRIBUNALES | Palencia

La defensa del palentino acusado de violar a su ex novia sostiene que 'todo se debe a una conspiración paranoica'

La asociación Clara Campoamor eleva la petición de prisión de los 17 a los 26 años y medio de cárcel.

Ical

El palentino de 22 años de edad acusado de violar a una joven manchega con la que mantuvo una relación sentimental, ha reiterado este lunes su inocencia en sede judicial. En declaraciones a la prensa, su abogado, sostuvo "todo se debe a una conspiración paranoica y una denuncia falsa". 

El presunto agresor aseguró que guarda las conversaciones que, vía WhatsApp, mantuvo con la víctima, hasta pocos días antes de que se cometiera la posible agresión. Por contra, la Fiscalía y la asociación Clara Campoamor, que pide aumentar la pena hasta los 26 años y medio de prisión, dan credibilidad a la víctima.

Según el relato del Ministerio Fiscal, que pide 17 años y dos meses de cárcel para el acusado, la primera agresión habría tenido lugar el 29 de noviembre de 2015 en una habitación de la residencia de estudiantes de la Escuela Castilla, dependiente de la Junta de Castilla y León.

El investigado, presuntamente ató a la chica, le tapó la cara y la boca y le agredió sexualmente, además de escribirle la palabra "puta" en el vientre con u objeto punzante. Además y siempre según el relato de la Fiscalía, en una segunda ocasión, el 5 de diciembre, se volvieron a ver en la habitación y, presuntamente, le grabó con una navaja la palabra "gorda" en el pecho.

Estas acusaciones fueron negadas por el procesado quién dijo que el primero de los días vieron una película y durmieron en la misma habitación sin mantener relaciones. De hecho, durante el jucio, se aportó, como prueba una conversación posterior entre ambos por WhatsApp. La defensa también sostuvo que siguieron manteniendo relación de amistad hasta el mismo día de la denuncia.

Por todo ello, el abogado defensor solicitó este lunes la libre absolución para su patrocinado e intentó demostrar las continuas contradicciones en las que incurre la víctima desde el mismo día de la denuncia, al asegurar que los mensajes intercambiados no son compatibles con la denuncia presentada y que el juez ha reconocido como veraces.

La víctima, que ha prestado declaración detrás de un biombo, relató que no denunció los hechos porque estaba en estado de shock y bloqueda mental y físicamente. Además, dijo que siguió mintiendo tanto en hechos o al asegurar que ya había presentado la denuncia y no haberlo hecho por miedo.

Asimismo, una testigo, compañera de cuarto de la víctima en la residencia, afirmó que en la mañana posterior a los hechos les vio salir juntos de la misma con total normalidad. Por su parte, la médica que atendió posteriormente a la víctima en urgencias declaró que la encontró muy triste y con sensación de impotencia. La mandó acudir al hospital a una revisión ginecológica para comprobar las lesiones pero ella no acudió. Sobre las letras grabadas en su abdomen las ha definido como "arañazos, realizada cada letra con muchos trazos".