CONCURSO MUNDIAL DE BRUSELAS | Valladolid

El vino es la 'sangre' que fluye por la Comunidad y el 'embajador' de Castilla y León en el mundo

El alcalde de Valladolid, el presidente de la Diputación y el secretario general de la Consejería de Agricultura destacan la industria paralela de los caldos durante la inauguración del Concurso Mundial de Bruselas

Ical

El secretario general de la Consejería de Agricultura y Ganadería, Eduardo Cabanillas, aseguró hoy durante la inauguración del Concurso Mundial de Bruselas, que se celebra hasta el domingo en Valladolid, que el vino se ha convertido en la "sangre" que fluye por casi cada rincón de Castilla y León y es "principal embajador de la Comunidad en el mundo. Destacó que la región es una "tierra privilegiada" para la vinicultura, no solo por sus 12 denominaciones de origen y una indicación geográfica protegida que elaboran grandes vino sino que ha favorecido el desarrollo de una industria paralela, volcada en el enoturismo y la gastronomía.

Cabañillas mencionó, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical, las "bondades" de un sector vitinícola "muy potente" con un volumen de negocio de 850 millones de euros y que en 2016 facturó más de 150 millones de euros en exportaciones. Una cifra que supone el 5,6 por ciento del total nacional y con un incremento del 62 por ciento respecto al año 2007.

Ante los 320 evaluadores del certamen de esta edición, compuestos de periodistas gastronómicos, compradores, expertos, enólogos y sumilleres de más de 50 países del todo el mundo, el secretario general de la Consejería recordó que el sector en Castilla y León suma 620 bodegas, el doble que hace 10 años, y acumula 75.000 hectáreas de viñedos.

También apuntó que la producción ha crecido un 54 por ciento desde 2007 mientras que el sector da trabajo a más de 19.000 personas, de las que 15.700 son viticultores y 3.300 son puestos de empleo directo. "La apuesta por la calidad ha permitido que la cuota de mercado nacional los vinos de Castilla y León ronde el 24 por ciento y con perspectivas muy positivas de cara al futuro", añadió.

En su discurso, citó los nombres que "emocionan" como Valbuena, Pesquera, La Horra, Cacabelos y Valdefincas. También apuntó que todas las grandes zonas de vino del mundo tienen un río como nexo de unión. Y en el caso de Castilla y León, precisó, es el Duero que potencia el "terruño excepcional", que unido a la "sabia mano del hombre", ha convertido a la Comunidad en un "enclave privilegiado" para la elaboración de vinos de calidad.

En ese sentido, el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, señaló que el Duero ha dotado de "personalidad propia" a los vinos elaborados en el territorio sino que además ha sido una vía histórica de comunicación que ha contribuido a la proyección de la lengua.

Cabañillas hizo un repaso a las tradicionales zonas productoras como Ribera de Duero, Rueda, Toro, Bierzo y Cigales, a las que en 2007 se sumaron cuatro nuevas denominaciones de origen (DO) como Arlanza, Arribes, Tierras de León y Tierra del Vino de Zamora. Una lista que se completa con las comarcas de Sierra de Salmanca, los Valles de Benavente y Valtiendas que ya gozan del estatus de denominaciones de origen protegida y pronto llegará la DO Cebreros para avalar a unas garnachas de "calidad única".

En el mismo sentido, se pronunció el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien reconoció en un perfecto inglés que el Concurso Mundial de Bruselas constituye una "magnífica oportunidad" para enseñar al mundo "lo mejor de nosotros" y los vinos de calidad que se producen en la provincia y la Comunidad. No en vano, consideró que son productos para "exhibir con orgullo" gracias a la "experiencia de quienes nos precedieron" y también a las modernas técnicas aplicadas por los vitivultores.

Carnero valoró el "saber hacer, la pasión, la ilusión y la perseverancia" de generaciones de de los viticultores y bodegueros pero también la apuesta por la innovación, la modernización y la "conquista de los mercados". No en vano, aseguró que el "lado humano es siempre la clave del milagro del vino".

Puente y Carnero afirmaron que Valladolid es "sinónimo" de buen vino, que se produce en las 22.000 hectáreas de viñedo que se reparten en 106 municipios de las zonas de Rueda, Ribera de Duero, Cigales, Toro y Tierras de León. Recordaron a los 350 catadores que Valladolid es la única provincia de la Península Ibérica que cuenta con cinco DO vinícolas.

Recuerdo a Pascual Herrera

Además, el alcalde rubricó que el vino es un recurso económico de primer orden, una seña de identidad, un icono vinculado a la tierra, "tan poderoso como cualquier gran afamado monumento arquitectónico".Tuvo unas palabras de agradecimiento para el enólogo y presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cigales, Pascual Herrera, fallecido recientemente. "El sueño de Pascual, que nos animó a optar para ser sede del Concurso Mundial de Bruselas, fue nuestro sueño y hoy lo vemos convertido en realidad", concluyó.

Por último, se mostró esperanzado en que la presente edición los vinos de Valladolid y Castilla y León superen las siete Grandes Medallas de Oro que obtuvieron en 2016.

Carnero declaró que el concurso es un punto de encuentro al igual que lo es el vino que fomenta la unión y el entendimiento entre pueblos y culturas. En su opinión, el vino en la provincia es cultura, arte, historia, una tradición milenaria que hunde sus raíces en el tiempo pero también es presente y futuro.

El presidente de la Diputación recordó la apuesta de institución provincial con el sector vitinícola cuando en 1999 decidió la puesta en marcha del Museo del Vino en el Castillo de Peñafiel, hasta convertirse en el más visitado de Castilla y León. Un recurso que, dijo, ha servido de elemento dinamizador turístico y económico de su zona de influencia y de la provincia. Todo ello ha contribuido a que el entorno de Peñafiel cuenta ahora con una oferta de 10 hoteles, balnearios, más de cincuenta alojamientos de turismo rural, centros de enoturismos, bodegas visitables, vinotecas, bares, tiendas de productos agroalimentarios y empresas de servicios enoturísticos. En defintiva, negocios que ayudan a fijar población.