La operación policial contra tanatorios vallisoletanos acusado de cambiar ataúdes en el momento de la incineración por otros más baratos, continúa abierta y además de detenidos también se han producido varios registros domiciliarios y oficinas.

El dispositivo, integrado por agentes de la Policía Nacional y personal de la Agencia Tributaria, arrancó a primera hora de este jueves, aunque fuentes de la Delegación de Gobierno de Castilla y León confirmaron que se trata de una investigación que se puso en marcha en el año 2017.

El dispositivo policial se ha personado en varios tanatorios de la empresa El Salvador en la capital vallisoletana y en otros municipios, como Santovenia de Pisuerga, así como en las oficinas del grupo. El Juzgado ha decretado secreto de actuaciones.

Según informó 'eldiario.es', los investigadores sospechan que empleados de la funeraria sacaban los cadáveres de las cajas antes de la cremación y los metían en otros de baja calidad, al tiempo que reutilizaban las coronas de flores. Se trata de una investigación por estafa que podría alcanzar un valor de varios millones de euros, ya que la estafa que se investiga abarca un periodo de dos décadas.