Han nacido en Llodio, en la provincia de Álava, y quieren llegar al Rocío, en Huelva, y hacerlo además a lo grande, al más puro estilo andaluz, montados en una carreta tirada por mulas.

Aún les quedan 700 kilómetros para encontrarse con el polvo del camino, y ahora du¡isfrutan en su viaje de Castilla y León. Están atravesando la provincia de Palencia y les parece un sueño llegar al Rocío.

"Que no estamos locos, que lo que queremos es ver España y conocer gente y llegar al Rocío", asegura mientras sujeta las riendas de las mulas Andrés López, uno de estos singulares peregrinos.

Lleva junto a sus compañeros desde el día 1 de abril subido en esta carreta. Aunque algunas veces todos se bajan para ayudar a Charo y Chula, las dos mulas, que por cierto son de León, y que son el motor de esta romería tan pintoresca.

Adolfo Guerrero, otro de los jubilados, describe cómo han planteado el viaje: "Queremos hacer etapas no muy largas para que las mulas descansen y cuando llegamos les damos de comer y las cepillamos, a ellas lo primero siempre".

Dicen que desde hace muchos años, este era su sueño, bajar al Rocío en carromato. Las horas lentas en el camino acompañan a su objetivo: llegar dentro de un mes a las marismas de Doñana.