Investidura

García-Conde no ve 'cambio' pero rechaza la visión 'destructiva' de la izquierda

El procurador de Vox condena de forma 'rotunda y sin complejos' el acoso y el 'vil asesinato' de una mujer en Salas de los Infantes, Burgos

Ical

El procurador de Vox, Jesús García-Conde, aseguró este martes que no ve el "cambio" que los votantes de su partido esperaban en el acuerdo de gobierno de PP y Ciudadanos en Castilla y León y planteó una crítica "constructiva" al pacto, si bien rechazó sumarse a la corriente "destructiva" de la izquierda.

En la sesión de investidura en las Cortes, el candidato 'popular' a presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ofreció una política de "entendimiento y diálogo" al representante de Vox que inició su intervención con una "condena" al "vil" asesinato cometido contra una mujer en Salas de los Infantes (Burgos) y recordó que su partido apuesta por la "prisión permanente revisable" para los delitos más graves.

El procurador de Vox denunció que PP y Ciudadanos no han contado con su formación para rubricar un pacto de 100 medidas para el gobierno autonómico, del que censuró que proponga crear más organismos, lo que supondrá "despilfarro". Así cuestionó el modelo autonómico que dificulta que todos los españoles sean iguales, por lo que saludó la defensa de una prueba única de acceso a la universidad y la armonización fiscal.

Fernández Mañueco defendió el modelo de las autonomías, porque aseguró supone en sí mismo un "contrapoder" al "sanchismo" e instó a García-Conde a imaginarse lo que ocurriría si Pedro Sánchez gestionara los servicios públicos esenciales, como la sanidad, la educación o la dependencia. Aseguró que en la Comunidad se gestiona con "eficacia" y negó que haya despilfarro por lo que apostó por extender el modelo de Castilla y León al resto de autonomías.

El procurador de Vox apostó por la libre elección de centro educativo por parte de los padres y por los cuidados paliativos frente a la eutanasia. Además, condenó de forma "rotunda y sin complejos" el acoso, pero no consideró que la solución pueda ser una ley vinculada a la orientación social.

Finalmente, García-Conde evitó plantear una enmienda a la totalidad de todo lo que "funciona bien" y advirtió de que para que la regeneración sea creíble es necesario hacer "autocrítica" y no permitir hacer con el dinero de todos, lo que los ciudadanos no permitirían que hacer con el suyo.