¿Y por qué no ser torero? Es lo que se han ido preguntando varios jóvenes en los últimos meses en Las Navas del Marqués, en Ávila. Chicos y chicas. Todo vale. Empezó como un juego, pero José María Matute, ex-torero, ha ido recogiendo las ilusiones taurinas de los más pequeños. 

Empezó dando clases de toreo de salón  a un chaval hace año y medio, y ya son 12 los que se han apuntado a la Escuela. Además paralelamente se ha creado la Escuela de recortadores en la que también entrenan más de media docena de atrevidos. 

Son la cantera de la Fiesta Nacional. Ponen el alma sobre el albero. Con el capote, con la muleta, con banderillas. Aprender es su pasión. Y lo hacen las tardes de los miércoles y los sábados. Sobre la arena de la antigua plaza de toros de Las Navas del Marqués. A la vista de los curiosos que se acercan a aplaudir y ver sus destrezas. 

Ilusión en vena. Talento. Y sobre todo dedicación y mucho arte. 

Todos quieren parecerse a las máximas figuras. A Morante, al Juli, a Enrique Ponce. Alguno ya ha despuntado y ha lidiado su primera becerra. Al resto aún le queda mucho por aprender. Quien sabe si en unos años los veremos en las grandes plazas abriendo una puerta grande.