Por primera vez en una bodega de la Ribera del Duero, un dron ha inspeccionado el viñedo. Sobrevuela parcela por parcela para comprobar si hay falta de riego, de nutrientes o si aparecen enfermedades. En uno o dos días este aparato capta todas las condiciones y cualidades de los viñedos. Al bodeguero le da tiempo a reaccionar y supone un ahorro de costes. Smart rural es la empresa que los pilota.