Una vida más reposada con perros, pareja y una casa junto a un lago. Y, sobre todo, más diurna. Andrés Suárez reconoce haber dejado atrás la etapa de los bares, de conocer las ciudades a través de su noche y ese cambio se refleja también en su música.

"Es un disco más vitalista; no digo más alegre, porque yo no es que sea la persona más alegre del mundo", bromeaba el cantautor en una entrevista con Castilla y León Televisión, minutos antes de subirse al escenario del Teatro Carrión de Valladolid. "Estoy sumamente feliz, estoy más tranquilo, y yo creo que en el disco se percibe", apuntaba.

'Desde una ventana' es su séptimo trabajo discográfico, tercero publicado bajo el paraguas de una multinacional. Quince canciones escritas en lugares tan dispares como Brasil, Argentina, México, Galicia o Formentera y grabadas en los estudios Music Lan de Girona, con todos los músicos tocando a la vez, porque lo que a él le apasiona es el directo.

"Es que yo detesto grabar discos", reconoce Suárez. "Yo llevo once años con mis músicos, me interesa ver sus caras y saber de qué humor están; eso de que ellos graben un día en Londres y yo vaya un mes después a grabar la voz me parece tan inhumano, tan impersonal..."

Tras pasar por el quirófano para librarse de una hernia, en octubre comenzó una gira de conciertos que le va a llevar a numerosas ciudades latinoamericanas y españolas para presentar este nuevo álbum. Este viernes fue el turno de Valladolid, donde llenó el Teatro Carrión; el 18 de noviembre pasará por Burgos, el 2 de diciembre estará en Salamanca, y ya en febrero del próximo año le tocará el turno a León.

Suárez (Ferrol, 1983) es uno de los últimos exponentes de la canción de autor; un género siempre vivo porque, según afirma, "la palabra no puede pasar de moda, y el cantautor es el representante del pueblo, el que lleva la palabra".