El III Congreso Regional de Turismo Rural, que se celebra en el Auditorio de San Francisco en Ávila este 28 y 29 de abril, ha contado con la presencia del arquitecto Jesús Castillo y con el Crítico de hoteles de El País, Fernando Gallardo. Castilla y León Televisión ha recogido algunas de sus declaraciones.
Jesús Castillo
"Una vez que la arquitectura cubre nuestras necesidades básicas de protección, alojamiento, es imprescindible buscar otra dimensión".
"Cuando vamos de vacaciones nuestro ritmo de vida puede cambiar. Estamos ante un paisaje maravilloso, nos vamos a levantar tarde y el alojamiento es muy especial, no nos interesa encontrarnos lo mismo de todos los días. Buscamos un componente lúdico y placentero añadido y eso tiene que saber interpretarlo la arquitectura. No debe ser una arquitectura cotidiana".
"Es necesario reinventar los conceptos y la arquitectura y darlo una vuelta. Con la arquitectura de los sentidos se busca volver a la niñez y a descubrir cosas nuevas. Si entras en algún sitio que te sugiere muchos sentimientos provoca en ti una experiencia placentera. No necesitamos un lujo para la satisfacción. El turismo rural está asociado al descanso y lo que tiene que hacer es aportar sentimientos placenteros. La arquitectura te lanza muchos mensajes, si no escuchas es que estás sordo".
Fernando Gallardo
"El turismo rural es una categoría que ha inducido un modelo en gran parte equivocado. Que no tiene futuro como una especificidad de turismo rural y sí como turismo donde cada uno va a tener que buscarse su propia personalidad, su identidad y competir diferenciándose de los demás, no por ser mejor sino por ser distinto. El turismo en espacio rural no es una actividad complementaria. El emprendedor turístico tiene que ser innovador y tiene que dedicarse al turismo en serio no tenerlo como una actividad marginal o como un emprendimiento inmobiliario. Sobre todo no compatibilizarlo con el campo".
"Las actividades subsidiarias del turismo rural o las propias como la agricultura o la ganadería, la artesanía se generan en una comarca no en un pequeño negocio turístico porque es imposible atender bien a todo. los negocios pequeños requieren una atención permanente".
"No creo en las clasificaciones impuestas, las debe dar el cliente porque al final cada viajero es un mundo con hábitos distintos y cambiantes".
"No pensar sólo en instalaciones y servicios. Tener un baño no significa ni aporta nada hoy, lo aportó en el siglo XX. Y el hecho de tener un salón o una piscina es irrelevante. Servicio de habitación o recepción es irrelevante. Ya no se trata de mimar al cliente es de hacerle participar en el espacio, en una escenografía. Se necesita crear un teatro y someter la estancia al cliente a una liturgia como la de bienvenida".