SOCIEDAD

Castilla y León mejora diez posiciones en el ranking de desarrollo juvenil de la FAD

La Comunidad escaló entre 2009 y 2017 del puesto 35 al 25 gracias sobre todo a los indicadores de educación y nuevas tecnologías, aunque en empleo aún no llega a los valores de hace 9 años.

Ical

Castilla y León mejoró su posición en el ranking de desarrollo juvenil comparado en diez posiciones, escalando del puesto 35 al 25 desde el año 2009 al 2017, situándose como una de las comunidades por encima de la media nacional en niveles de desarrollo juvenil en áreas como la educación, el empleo, la emancipación, salud y nuevas tecnologías.

La Fundación de Ayuda contra la drogadicción (FAD), y el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, presentaron este miércoles el Índice sintético de desarrollo juvenil comparado (ISDJC) elaborado en el marco del ProyectoScopio, con el que, en base a los resultados obtenidos de distintas variables comprables entre países y regiones en las áreas antes citadas, permite obtener este índice de desarrollo de los jóvenes de entre 15 y 29 años.

Según estos resultados, ''España muestra un importante retraso en el ISDJC respecto al total de la UE'', obteniendo un índice de 4,83 sobre 10, lo que se achaca a los resultados obtenidos en empleo y emancipación ''que lastran el resultado global''.

Castilla y León obtiene sin embargo un índice de 5,29 sobre 10, por encima de la media nacional pero aún alejada de la europea (5,97), y mejora su posición debido principalmente a la mejora de los indicadores de educación y nuevas tecnologías.

Menor tasa de abandono

Un análisis centrado solo en la educación, refleja que Castilla y León asciende hasta la posición 15 del ranking gracias a la disminución de la tasa de abandono escolar temprano, que se sitúa en el 17,8 por ciento y, aunque aún no llega al objetivo del 15 por cienot de la Estrategia Europea 2020 fijada para España, ''presenta una tendencia a la baja''.

También aumenta la tasa de participación en la educación universitaria a los 22 años con un 36,5 por ciento situando a Castilla y León en segundo lugar a nivel nacional, solo por detrás de Madrid. Aumenta la tasas de educación terciaria (45 por ciento) superando las medias española (41 por ciento) y europea (37), gracias al incremento en seis puntos registrado desde el año 2009.

En el caso del empleo, Castilla y León registra una mejora en los indicadores aunque no alcanza a recuperar los valores de 2009, momento desde el que la crisis afectó directamente al país con especial incidencia en los jóvenes. En este área la comunidad ocupa la posición 34, aún por encima de la media española, pero por debajo de la de la UE.

La mejora en el empleo se percibe en la disminución del desempleo en 7,5 puntos (29,49 por ciento), pero alejado de 2009 cuando la tasa registraba un 23,9 por ciento. La tasa de empleo aumenta solo 3 puntos y disminuye el número de jóvenes inactivos que no estudian.

En el lado negativo, aún se registra un 69 por ciento del trabajo a tiempo parcial entre la población juvenil, y sigue por encima de la media española (62,8) y mucho más de la media europea (31 por ciento). Aumentan también los contratos de trabajo temporal (60,26) con una tendencia creciente desde 2009 cuando se situaba en el 43,4 por ciento. Esta modalidad de empleo se ha incrementado para ambos sexos, con una mayor temporalidad en el caso de las chicas (62,9), respecto a los chicos (57,9).

Según el coordinador del estudio, Enrique Gil Calvo, es la calidad de este empleo la que hace que, a pesar de la mejora de los índices, no tenga su reflejo en la mejora de la emancipación. ''La combinación de baja emancipación y bajo empleo están con mucho tiempo libre y -los jóvenes- están todo el día con el ordenador y con los videojuegos'', lo que explica el alto índice que obtienen los jóvenes en las TIC, que en el caso de Castilla y León se sitúa por encima del 8 sobre 10 de la media nacional.

A nivel global, y en lo que respecta a la emancipación, el estudio refleja que ''en el caso español la crisis económica ha influido de manera decisiva en el retraso de la edad media de emancipación'' de los jóvenes españoles, que se sitúa en el entorno de los 29 años, pero señalan que ''es innegable que existen también otros elementos determinantes relacionados con características culturales, modelos familiares y políticas públicas que contribuyen sobremanera a que seamos uno de los países europeos en el que más tarde se va de casa la gente joven''.

En este sentido, el vicepresidente de la FAD, Ignacio Calderón, que presentó el documento no como una crítica sino como una llamada a la reflexión, pidió ''redoblar esfuerzos para el desarrollo de nuestros jóvenes, que son el futuro más inmediato de nuestra sociedad''.