No es uno de los días más fríos en Pesquera de Duero. Temperatura agradable aunque con un viento fresco que hace que los bloggers y periodistas procedentes de Madrid sientan el 'fresquito castellano' en su visita a las Bodegas Emilio Moro.
Lo primero que conocen son las instalaciones para después empezar la cata de barricas, una de las propuestas más novedosas de esta bodega. En este taller se aprende no sólo a diferenciar los sabores sino también los aromas, por un precio de 15 euros. Así descubren que el roble francés da elegancia y finura mientras que el americano da más grasa, suntuosidad y cuerpo.
Dejamos a los bloggers en la cata y encontramos a tan solo unos pasos a unos turistas procedentes de Hong Kong. El motivo de su visita es apadrinar una cepa solidaria. Una iniciativa que se solicita a través de la web y que consiste en que la persona pone su nombre a una cepa, lo que por 50 euros le da derecho a visitar la bodega y a disfrutar de un cocido junto con otros 'padrinos' cada año.
Esta actividad se puso en en marcha hace año y medio para recaudar fondos para la Fundación nacida con un objetivo: 'El vino ayuda al agua'. Un fin que han tenido que modificar debido a la crisis que ha provocado que numerosos ciudadanos les soliciten ayuda.
Nos cuenta José Moro que el vino por excelencia de esta bodega es el 'Clon de la familia'. Todo lo recaudado por las ventas de dicho vino va destinado a la Fundación. El precio de cada botella es de 200 euros.
José Moro muestra con pasión su afición por este mundo que se ha visto resentido por las dificultades económicas y que ha provocado que hayan tenido que cambiar las formas de hacer sin dejar de lado la calidad. Pero, como dentro de lo negativo siempre existe algo positivo, ellos han conseguido acercarse a un público más joven. Además se han internacionalizado y ya están presentes en 80 paises. El salir al exterior les ha gustado y ahora buscan que 'Emilio Moro' sea un vino internacional que pueda degustarse tanto en un restaurante de Managua como de Singapur.
José Moro nos resume así estas Bodegas. Dice que son tradición. Ya van por la tercera generación. También son innovación porque tienen contacto con las universidades para investigar y conservar el apreciado 'terroir' compuesto por el terreno, el clima y el clon. Y, por último, son responsabilidad social, un valor añadido que denota que se preocupan por las personas.