Lo coordinan el Hospital Río Hortega y el Centro de Hemoterapia y Hemodonación

En marcha el Banco de Leche de Castilla y León

  • La leche, donada por madres lactances, se destinará a bebés prematuros

  • El servicio se extenderá al resto de hospitales con unidad de neonatos

Estefanía Ureña

Está demostrado científicamente que la leche materna tiene una serie de propiedades beneficiosas para los recién nacidos. Cuando se trata de bebés prematuros o enfermos, esas propiedades adquieren aún más importancia. Pero en estos casos, la mayoría de las veces, la madre es incapaz de dar de mamar a su hijo debido a la complicación del parto, el estrés emocional u otras causas físicas y psicológicas.

Desde hoy ya está en marcha el primer banco de leche de nuestra región. El Hospital Río Hortega de Valladolid y el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León trabajan conjuntamente para recibir, analizar y conservar la leche donada por madres lactantes.

El proceso de donación empieza en una consulta del centro hospitalario. Con una entrevista a la madre interesada en donar su leche materna. Hay que verificar que goza de buen estado de salud, que tiene la lactancia bien establecida y saber que dona de una manera altruista.

La donante realiza la extracción de leche en su casa, adoptando unas estrictas medidas de higiene para evitar contaminar el producto. En un futuro se espera que exista un servicio de recogida de leche pero, de momento, es la propia madre la que debe llevarla al hospital.

Desde el hospital se traslada al Centro de Hemoterapia y Hemodonación. Allí la congelan hasta que disponen del volumen de leche suficiente de una misma madre para, una vez descongelada, mezclar las distintas muestras que ha donado. La razón es que las propiedades de la leche cambian a lo largo del día. "Al mezclar leche de distintos días" nos explica Sonia Pérez, responsable del Banco en el Chemcyl, "vamos a homogeneizarla para que los nutrientes sean más equilibrados".

Tras mezclar la leche se pasteuriza. Antes y después de este proceso se realizan controles para confirmar que no quedan gérmenes en la leche, que no hay microorganismos que luego puedan dañar al bebé.

En el Chemcyl también cuantifican los valores nutricionales. La cantidad de proteínas, lactosa, grasa y calorías de la leche. "Intentamos que los nutrientes sean lo más similares posibles a la leche materna". En definitiva, a lo que los niños necesitan.

La leche se reenvía al hospital según las necesidades de este último. Sólo en el Hospital Río Hortega de Valladolid nacen al año alrededor de 30 bebés prematuros de menos de 32 semanas o por debajo de los 1.500 gramos (200 en Castilla y León). Pero a éstos hay que sumar los niños hospitalizados por malformaciones intestinales o cardiopatías.

Alimentarlos con leche materna y no de fórmula ayuda en su recuperación. A largo plazo estos niños tienen una menor tasa de problemas cardiovasculares, mejores niveles de colesterol y mejores niveles de tensión arterial. A corto plazo tienen menos episodios de enterocolitis necrotizante. "Es un proceso intestina grave con un alto grado de secuelas para los recién nacidos que la padecen" explica la doctora María Samaniego, coordinadora del Banco de Leche en el Hospital Río Hortega, "Produce secuelas no solamente digestivas, también neurológicas".

De momento es el Hospital Río Hortega de Valladolid el que coordina este proyecto, el que recoge las muestras y después las distribuye. En unos meses también estarán implicados los hospitales Clínico Universitario y el de Medina del Campo. El próximo año el Banco de Leche estará presente en todos los hospitales de la región que disponen de unidad de neonatos.