Brindis, comidas con amigos, marisco, roscón de reyes... Los excesos navideños pueden elevar el colesterol hasta un 10 por ciento. Es, además, el principal factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Según el Secretario general de la Fundación Española del Corazón: "Los cambios de hábito saludables y estos otros cambios transitorios hacen que nuestros niveles de colesterol fluctúen antes y después de las Navidades".
Para reducirlo los expertos recomiendan seguir una dieta mediterránea: consumir cinco raciones diarias de fruta y verdura, legumbres, cereales integrales y vigilar el consumo de grasas. Además debemos incluir grasas cardiosaludables como las del aceite de oliva, los frutos secos o el pescado azul.
La Fundación Española del corazón recomienda conocer nuestras cifras de colesterol y, sobre todo, llevar hábitos de vida saludable.