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El 30% de la población sufre algún tipo de patología del sueño y un 4% lo padece de forma crónica

  • Estos trastornos están relacionados con accidentes de tráfico, laborales y pérdida de productividad.

    Europa Press

    El 30 por ciento de la población sufre algún tipo de patología del sueño y un 4 por ciento lo padece de forma crónica, según ha asegurado el jefe de la Unidad del Sueño de HM Universitario Sanchinarro de Madrid, Rafael del Río. "Estos problemas son aquellos que suponen dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, tener tendencia a quedarse dormido en momentos inapropiados como expresión de una excesiva somnolencia, dificultad para mantener horarios regulares, así como fenómenos aislados comportamentales que interrumpen el sueño normal", ha analizado.

       Se trata de unos trastornos que tienen unas consecuencias directas sobre la salud y, lo "más importante", están relacionados con accidentes de tráfico, laborales y pérdida de productividad. En este sentido, el experto ha explicado que el insomnio es el cuadro "más prevalente" y consiste en la dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido.

       Asimismo, dentro de los cuadros de somnolencia diurna cabe destacar la apnea del sueño, una de las patologías de sueño más común entre las personas que experimentan somnolencia diurna excesiva. Y es que, las personas que la padecen pierden la respiración durante el sueño durante al menos 10 segundos, lo que provoca que los niveles de oxígeno en sangre bajen y que el cerebro se active para que podamos volver a respirar.

       También tienen una gran prevalencia los trastornos de los horarios de sueño, entre los que destaca el trastorno del trabajador por turnos. Por último, el especialista ha destacado las conductas que interrumpen el sueño o parasomnias, frecuentes en los niños, como por ejemplo, los terrores nocturnos y el sonambulismo.

    CONSEJOS PARA MEJORAR EL DESCANSO

       Por todo ello, Del Río ha recomendado para tener un buen descanso, cuidar la vigilia, realizar deporte, llevar una vida activa, no realizar comidas copiosas y evitar las bebidas estimulantes, sobre todo antes de la hora de dormir.

       Además, prosigue, es importante llevar un ritmo de vida regular manteniendo estables los horarios de sueño y comidas, ya que, a su entender, son "buenas costumbres" para evitar trastornos en el sueño.

       Respecto al sueño propiamente dicho, ha aconsejado establecer una rutina de sueño y evitar las siestas, especialmente si existe dificultad para mantener el sueño. Asimismo, zanja, hay que evitar fumar, tomar alcohol y beber cafeína, no tomar comidas pesadas hasta dos horas antes de acostarse y favorecer una atmósfera adecuada antes de dormir.