MUJER

Sanidad reforzará la información sobre el beneficio-riesgo que se ofrece a quienes se vacunan del papiloma

  • El ministerio de Sanidad echaza que la administración de la vacuna vaya acompañada de un documento de consentimiento informado como pide la asociación de afectadas.

rtvcyl.es

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se ha comprometido a reforzar y ser más precisos a la hora de informar a las personas que se quieran vacunar frente al virus del papiloma humano (VPH) para que conozcan los beneficios y posibles riesgos que conlleva la administración del medicamento.

Representantes de la Dirección de Salud Pública del departamento de Ana Mato se han reunido este martes con la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP) y el bufete de abogados Almodóvar & Jara, que les ha pedido retirar la vacuna y tomar medidas ante los posibles efectos adversos que puede provocar su uso.

Tras la reunión, la subdirectora general de Promoción de la Salud y Epidemiología de la Dirección de Salud Pública, Elena Andradas, ha asegurado que todas las vacunas son reevaluadas sistematicamente después de su autorización y, en el caso de la vacuna contra el VPH, los últimos datos demuestran que el fármaco es "seguro y eficaz".

No obstante, ha admitido que "la seguridad del 100% no existe con ningún medicamento" y pueden darse posibles reacciones adversas tras su administración que, no obstante, están registradas en la ficha técnica y el prospecto de la vacuna, y deben comunicarse al paciente que quiera recibirla.

"Con carácter general se facilita información, pero trataremos de recomendar que se haga con más precisión, para que las jóvenes y las madres conozcan que existen posibles efectos adversos que, no obstante, son poco frecuentes", ha defendido Andradas.

Los más habituales son dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza o cansancio, y con menos frecuencia pueden producirse también problemas para respirar o posibles desfallecimientos, ha explicado esta experta, de ahí que actualmente se recomiende hacer un seguimiento una vez administrada la vacuna.

No obstante, rechaza que la administración de la vacuna vaya acompañada de un documento de consentimiento informado como pide la AAVP, alegando que se hace así en otros países, ya que en España la vacunación no es obligatoria y en estos casos el consentimiento suele ser oral.

Sanidad también recuerda a los profesionales sanitarios de la importancia de notificar cualquier posible efecto adverso que pueda estar relacionado con la administración de la vacuna y niega que se estén ocultando como ha denunciado AAVP.

Por su parte, la asociación ha solicitado a Sanidad que elabore protocolos de actuación para detectar y atender los posibles efectos adversos que pueda provocar este medicamento, y asegura que cuando se producen, la mayoría de tipo neurológico, no se atienden correctamente y "en muchos casos se piensa que son invenciones de las afectadas".

La presidenta de esta entidad, Alicia Capilla, ha denunciado en una rueda de prensa después de la reunión que, a diferencia que en España, en otros países sí están cuantificadas dichas complicaciones, e incluso se está investigando la conveniencia de seguir administrando la vacuna.

Capilla cree que debería retirarse la vacuna del calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud, ya que considera que se trata de un producto "innecesario y peligroso" y hay "métodos más seguros" para prevenir el cáncer de cuello de útero.

   También creen que se debería elaborar un protocolo para el reconocimiento de víctimas de la vacuna --de cara a dar amparo a estas afectadas en caso de llevar a los tribunales a los fabricantes-- y crear un fondo de compensación de daños como hay en otros países, como en Estados Unidos.