35 Aniversario del Estatuto de Autonomía

León y Castilla, 'juntas' en un recorrido de 35 años

Valquiria Teatro simboliza la unión de una Autonomía en una representación teatral, con acompañamiento musical, que visita las nueve provincias de formá ágil y divertida.

Ical

León y Castilla. Castilla y León. Dos hermanas que, de una u otra forma, han recorrido 'juntas' el camino de democracia en España en los últimos 35 años. 'Juntas', como reza la conocida canción de Paloma San Basilio y cuyas notas musicales sonaron este domingo en el Hemiciclo de las Cortes gracias a las yemas de los dedos del pianista Mario Rosado, denominado Condado de Treviño, y que acompañó a la perfección el ritmo que marcaron María Negro y Alba Frechilla, componentes del grupo Valquiria Teatro. Unidos pusieron en pie a un auditorio lleno en una representación única hasta la fecha, ágil y divertida, y que realizó un recorrido por las nueve provincias de la Comunidad en una fecha tan señalada este domingo, como es la conmemoración del XXXV aniversario del Estatuto de Autonomía.

La norma básica de la Comunidad fue, precisamente, el hilo conductor de una actuación que supone el culmen de la jornada de puertas abiertas celebrada en el Parlamento regional. León (Frechilla) y Castilla (Negro) se dieron cuenta, jugando con ironía, de que la Autonomía no cuenta con un himno.

Después de sondear numerosos puntos y espacios de la geografía castellana y leonesa, acompañados de su fiel Estatuto, con el que recogían los sonidos, imágenes, paisajes y culturas de cada uno de ellos, decidieron al final hacer un cóctel para saber cómo sonaba la nueva composición musical que nos habría de representar a todos. Pero a última hora, el articulado, en piel de color granate o verde botella, no se abrió. ''Castilla, mejor déjalo así. No abras el Estatuto. Que las notas recogidas en este viaje se queden aquí. Y un buen día, un niño de esta tierra, una cría castellana y leonesa, venga corriendo y diga que ha compuesto el himno'', trasladó León a su compañera de viaje, sobre la tribuna de comparecientes y con la canción de la Alegría de fondo. Quizás fue la mejor opción, pues hasta la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, entendió la dificultad de consensuar una letra que recoja todos los sentimientos.

''Podemos llamar a Marta Sánchez'', espetó Castilla en unos de los momentos de su viaje, una frase que arrancó las carcajadas del público. La búsqueda simbólica del himno se inició con una clara apuesta por ''romper el muro'' que existía en la Meseta para unir los dos territorios históricos, ''compañeros de piso'', y porque metafóricamente ''juntos pagan un recibo de la luz más barato''.

Por las nueve provincias

El recorrido empezó por el punto más alto de Castilla y León, Torre Cerredo, en Picos de Europa, y sus 2.648 metros de altitud, donde el Estatuto recogió unas grandes vistas, frío y sonidos espectaculares caracterizados por el silencio. El viaje continuó por los 4 Postes, a las puertas de Ávila, donde sonaron las campanas, acompañado de un juego de luces en el Hemiciclo; partieron a Segovia a comer cochinillo, para seguir por el fondo del Lago de Sanabria y sus azules aguas y proseguir por los trigales de la provincia de Burgos y el ''olor'' de esas espigas que utilizaron como ''marcapáginas''.

La siguiente parada fue el imponente e ilustrado Canal de Castilla, donde León y Castilla realizaron un merecido descanso con el sonido del agua y el canto de las aves. Continuaron por tierras sorianas y la ciudad ''universitaria'' de Salamanca, para volver a Tierra de Campos, concretamente a la Villa Romana de La Olmeda, en Palencia, donde hicieron énfasis en el Derecho Romano, el ''tatatatarabuelo'' del Estatuto de Autonomía. El recorrido finalizó tomando un buen vino en Valladolid y en la propia se de las Cortes, donde León y Castilla se despidieron con la oda al himno de Europa.