Se cree que a mediados de 1128, los caballeros templarios llegaron a Villalba de los Alcores pero no quedan documentos que lo acrediten.

De un lado, los caballeros Hospitalarios con hábitos negros y cruces blancas y del otro, los Templarios, que (aunque habitualmente visten hábito blanco) en esta ocasión al tratarse de sargentos, llevan el negro con cruces rojas; con Santa María del Tempo como testigo, se intercambian la jurisdicción del municipio y las tierras colindantes.

Y es que las recreaciones se han convertido en una forma muy didáctica de aprender Historia. La entrada de los Hospitalarios al Castillo es el telón y broche de oro para una jornada lúdica de regreso a la Edad Media.