SUCESOS

Investigan la descarga sufrida por un niño en Castrillo de Duero, Valladolid, tras tocar una farola y una valla

El afectado, de 7 años, recibió el alta este martes tras permanecer varios días en observación en el Río Hortega

Los vecinos de Castrillo de Duero, Valladolid, se recuperan del susto sufrido el pasado domingo cuando un niño de 7 años quedó inconsciente tras sufrir una descarga eléctrica al tocar una farola del alumbrado público y una valla próxima. Tras dos días en observación en el Hospital Universitario Río Hortega, el menor se encuentra plenamente restablecido y sin secuelas de la electrocución padecida.

El suceso se produjo en la tarde del pasado domingo en el Camino de Las Bodegas de Castrillo, cuando, por causas que están siendo investigadas, el menor, de visita con sus padres ya que los abuelos residen en dicha localidad, quedó paralizado e inconsciente al sufrir una descarga al tocar al mismo tiempo una farola del alumbrado público y una valla.

Testigo de los hechos fue la propia alcaldesa, Mónica Lucas Freire, que relata que en principio creyó que el menor, al que vio tendido en la acera, había sufrido una caída de bicicleta.

"El susto que me llevé no me lo quito hasta el final de mi mandato", asegura la regidora, quien destaca la rápida y a la vez serena actuación del padre, D.E.M.O, que, con las precauciones necesarias para no sufrir también la descarga, logró rescatar al niño tras despegarlo de los dos elementos con los que permanecía en contacto.

Otro vecino de la villa, veterinario de profesión, practicó al menor las primeras maniobras cardiorespiratorias que lograron reanimarlo, antes de su rápido traslado hasta el Centro de Salud de Peñafiel y su posterior derivación al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, donde ha permanecido dos días en observación antes de recibir el alta médica.

Al parecer, según explica la alcaldesa, ya otro niño había sufrido días antes otra descarga, mucho menos intensa, si bien tal circunstancia no había trascendido porque el afectado ni siquiera lo había comunicado.

Un ratón, posible responsable

Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil de Peñafiel para su correspondiente investigación. Como primera medida, un electricista del pueblo desconectó ese mismo día la línea de la zona que abastece a una decena de farolas, con lo que la misma no será de nuevo activada hasta conocer los resultados de los trabajos que la alcaldesa confía en iniciar este viernes.

"Desde hace unos años el cableado, debido a los robos, se encuentra soterrado y es muy posible, o al menos así se piensa, que el responsable sea un ratón que haya roído el cable y provoque ese falso contacto", explica Mónica Lucas Freire, quien, muy amiga de la familia afectada, se felicita de que el suceso haya quedado finalmente en un buen susto.