Escoltado por fuerzas prorrusas

El convoy ruso de ayuda humanitaria cruza la frontera ucraniana sin supervisión de Cruz Roja

  • El Gobierno de Kiev aceptó la entrada del cargamento hasta Lugansk con la condición de que fuera la ONG quién entregará el envío sin presencia militar extranjera.

Europa Press

Moscú ha desafiado este viernes a Kiev y, tras denunciar las "excusas" intolerables que demoraban el envío de ayuda humanitaria al este de Ucrania, el convoy de camiones ha cruzado la frontera y se dirige ya hacia Lugansk, sin que el Gobierno ucraniano lo haya autorizado y sin que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) lo esté escoltando, como estaba previsto.

Una fuente gubernamental ucraniana ha indicado a la agencia Interfax que los camiones han entrado en el paso fronterizo de Izvarino, en la región de Lugansk, sin el permiso de Kiev. "La columna comenzó a moverse por su cuenta, sin el consentimiento de la parte ucraniana y sin estar acompañados por la Cruz Roja", ha subrayado.

Esta fuente ha incidido en que los camiones han entrado por Izvarino, un paso fronterizo que está en manos de los separatistas prorrusos y no de las autoridades de Kiev.

Por su parte, el CICR ha confirmado a través de Twitter que "el convoy de ayuda rusa está entrando en Ucrania, pero nosotros no lo estamos escoltando debido a la volátil situación de seguridad".

Según ha explicado, el organismo no ha recibido "suficientes garantías de seguridad de las partes en conflicto" y su equipo en Lugansk ha informado de "intensos bombardeos durante la noche".

70 caminiones han cruzado la frontera

De acuerdo con la agencia rusa Itar-Tass, un total de 70 camiones rusos han pasado los trámites aduaneros en la frontera y han entrado en territorio ucraniano. El convoy, precisa, se dirige ahora hacia Lugansk. Un corresponsal de Reuters en la frontera ha indicado que los camiones están escoltados por separatistas prorrusos.

Previamente, el Ministerio de Exteriores ruso había publicado un comunicado en el que informaba de que Moscú había decidido pasar a la acción y enviar el convoy hacia Lugansk, acusando a Kiev de "demorar intencionadamente" con "excusas" el reparto de la ayuda, bloqueada en la frontera desde el 17 de agosto.

El Gobierno ruso ha calificado de "intolerable" la posición adoptada por Kiev de bloquear el cargamento de ayuda. Según Moscú, el Gobierno ruso "ha hecho esfuerzos sin precedentes para cumplir todos los requisitos" planteados por las autoridades ucranianas, pero éstas "inventaban nuevos pretextos".

Además, ha denunciado que las fuerzas gubernamentales incrementaron su ofensiva sobre Lugansk, la ciudad del este a la que va destinado el cargamento y en manos de separatistas prorrusos desde abril, lo que provocó que la entrada de la carga se bloqueara el jueves. "Las autoridades ucranianas bombardearon el destino de la asistencia y por esta razón ellas mismas prohibieron su reparto", ha lamentado.

Las excusas se han agotado

En opinión de Moscú, "todas las excusas para aplazar el reparto de la ayuda (...) se han agotado" por lo que "la parte rusa ha decidido actuar". "Nuestro convoy con ayuda humanitaria comienza a avanzar en dirección a Lugansk", ha adelantado el Ministerio de Exteriores.

Así las cosas, el Gobierno ruso ha advertido en contra de "cualquier intento de perturbar esta misión meramente humanitaria, preparada hace mucho tiempo, en una atmósfera de total transparencia y en cooperación con la parte ucraniana y el Comité internacional de la Cruz Roja (CICR)".