Llegan a casa y sus deberes se acumulan en la mesa. Así le pasa a Patricia, está en 4º de primaria. Pasa las tardes con sus hermanos acabando esas tareas que le mandan sus profesores. "Cada uno nos manda de una cosa y sobre todo de lengua y mate". Su hermano Rodrigo nos enumera las asignaturas de la que le mandan tarea: "de inglés, de lengua, matemáticas y música".

José Ramón Canet, su padre, comenta: "no es deberes sí o no pero es verdad que el exceso impide hacer otras actividades familiares que son fundamentales para los niños. Se pierden el juego, hablar con los hermanos".

Somos el quinto país con más deberes. Y nuestros niños están entre los más presionados de la OCDE. Pasar demasiadas horas pegado a la silla puede acarrear problemas de salud. Inés Carballo, psicóloga, "Ese estrés se puede traducir en problemas de índole mayor, empezar a tener déficit de atención, hiperactividad, problemas de sueño y llegar a desarrollar trastornos emocionales como depresión y distimias infantiles" 

Pero ¿cómo se resuelve ese exceso de deberes? Mariano González, profesor y delegado de CSIF, explica que como profesorado lo importante sería esa coordinación entre profesores para no saturar. Complementarnos si yo voy a enviar un libro tú no les mandes otro, vamos en orden.

"Durante los primeros cursos de primaria no debería exceder nunca de media hora y ya sería más que suficiente porque un niño tiene que dedicarse a su ocio y a la vida familiar", recomienda Inés Carballo.

En España, los niños pasan acabando las tareas una hora y media semanal más que en el resto de países de la OCDE.