Más de la mitad de la población adulta sufre algún síntoma

Ser mujer, de edad avanzada y sedentaria empeora la calida de vida de pacientes con insuficiencia venosa crónica

  • La prevalencia de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) es actualmente de las enfermedades más habituales en la población adulta del mundo occidental.

rtvcyl.es

 Más de la mitad de la población adulta española sufre algún síntoma de Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), un síndrome que se caracteriza por una anomalía del retorno venoso en la que la sangre venosa fluye en sentido opuesto al normal y que tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes.

De hecho, ser mujer, de edad avanzada, sedentaria y con antecedentes familiares de trombosis son factores que favorecen el empeoramiento de la calidad de vida de estos pacientes, según se extrae del Estudio C-VIVES, llevado a cabo por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) y que, a través de una muestra de más de 1.500 pacientes, ha analizado la relación entre la gravedad de la enfermedad y el bienestar social del paciente.

Los resultados, presentados en el marco del 59º Congreso Nacional de la SEACV, que se celebra estos días en Girona, subrayan que la presencia de una Insuficiencia Venosa empeora en un tercio la calidad de vida de estos pacientes. Esta pérdida de bienestar varía en función de la gravedad de la patología, pero también en función de la edad, el peso y el grado de sedentarismo. "Este estudio nos permite obtener una radiografía de la situación actual de los pacientes con IVC, lo que ayuda al profesional a mejorar su diagnóstico y tratamiento", comenta el profesor Francisco Lozano, presidente de la Sociedad.

En los últimos años, la prevalencia de la Insuficiencia Venosa Crónica ha ido en aumento y se ha convertido ya en una de las enfermedades más habituales en la población adulta del mundo occidental. De hecho, las conocidas varices, una de las múltiples causas de la IVC, están consideradas como una de las diez enfermedades más frecuentes de la población occidental y su intervención ocupa uno de los primeros puestos entre las diez cirugías más frecuentes de nuestros hospitales.

Sin embargo, los expertos denuncian que pese a su prevalencia, tres de cada cuatro pacientes con IVC no están tratados, lo que complica gravemente la progresión en un futuro. Tal como explica el presidente de la SEACV, "la IVC es una enfermedad evolutiva que al principio presenta síntomas más o menos llamativos como, por ejemplo, pesadez en las piernas o calambres, pero que si no recibe un tratamiento adecuado, a los diez años puede desencadenar la aparición de varices con diversas complicaciones o evolucionar hasta la aparición de alteraciones tróficas o la ulceración de la piel".

Consejos preventivos

Promover hábitos saludables es uno de los principales consejos que dan los especialistas para prevenir la aparición de IVC. En este sentido, los expertos recomiendan practicar ejercicio suave diariamente, como nadar, montar en bicicleta o subir y bajar escaleras a pie. También es recomendable cuidar los hábitos de higiene, como lavar diariamente las piernas con jabón neutro para no alterar el PH de la piel, evitar baños prolongados para evitar la aparición de lesiones y lubricar la piel.

En el ámbito de la alimentación, se debe evitar el exceso de peso y seguir una dieta equilibrada, pobre en calorías y rica en fibra para evitar el estreñimiento, ya que aumenta la presión del abdomen y dificulta el retorno venoso.

Tampoco es conveniente abusar de la sal, el café, alcohol y tabaco, ni llevar ropa muy ajustada ni un calzado demasiado plano o abierto. Asimismo, estos pacientes deben seguir unas estrictas pautas de descanso, descansando las piernas durante media hora diaria y situándolas por encima del nivel de la cabeza por la noche, ya que así se evita el estancamiento de la sangre en las piernas.