El prolífico y querido pintor burgalés Ignacio del Río falleció hoy en la ciudad que le vio nacer hace 79 años. En el recuerdo queda la mirada de uno de los artistas más refutados de la ciudad y de la Comunidad que supo combinar un genio que mostró en innumerables muestras.
Pintor por excelencia, cultivó su amor por Burgos paseando sus trabajos por medio mundo. Así, sus obras estuvieron en plazas tan importantes como Lyon, Atenas, Los Ángeles, Montreal, Venezuela, Casablanca, además de en capitales españolas como Madrid, Bilbao y Sevilla.
La vida de Del Río comenzó en tiempos combulsos. El pintor nació en el Burgos de la Guerra Civil, en 1936 en el seno de una familia acomodada. Rebelde e inconformistas comenzó a trabajar poco después de finalizar sus estudios primarios como telefonista y después como aprendiz de delineante en la Fundición de Giménez Cuende. Las noches las pasaba estudiando pintura, su auténtica pasión.
De la mano de algunos de los mejores maestros burgaleses de pintura del momento descubrió un arte que le valió en 1953 el I Premio de Dibujo de la Academia Provincial de Bellas Artes. Acto seguido, con apenas 17 años se trasladó a la ciudad de París para mejorar un aprendizaje artístico, además de vital.
En este momento de su vida tuvo la suerte de conocer a su paisana María Teresa León y a Rafael Alberti e incluso entabló amistad con el mismísimo Pablo Picasso, con quien tuvo el honor de compartir sala en la Exposición Colectiva de Pintores Españoles celebrada en la ciudad de la luz en un homenaje al poeta Antonio Machado.
Una vida plena
La vida del conocido pintor fue única. En los años 60 viajó rumbo a Santo Domingo donde compaginó trabajos en la ruleta y en el boxeo para sobrevivir. Al poco tiempo regresó a España trabajando en Barcelona, París y Madrid entre otros.
Viajero empedernido, vivió en Estados Unidos y en Turquia, en 1991 fue seleccionado por el jurado del VI Premio Nacional BMW de Pintura, pasando dos años después a formar parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid).
En 2013 expuso en el Espacio Yuriko Yamamoto, Madrid. En Burgos, su última muestra pudo verse en 2014 en la Sala de Exposiciones del Arco de Santa María. La ciudad que le vio nacer le despedirá mañana sábado a las 18 horas en el Tanatorio de San José de la capital burgalesa.