Europa quiere evitar otro caso como el de Los Papeles de Panamá. Y ha puesto su objetivo en los intermediarios fiscales.
La propuesta de Moscovici plantea que estos intermediarios comuniquen a las autoridades fiscales de cada país, en el plazo de cinco días desde que llega a un acuerdo con su cliente, cuáles son sus modelos de planificación fiscal.
Portugal, por ejemplo, ya cuenta con normas estatales para controlar a los intermediarios. En diez años ha evitado el fraude de trece millones de euros.