Se cumplen dos años de esta imagen. Un autobús escolar viaja con destino a Arévalo pero en Villanueva del Aceral, el trayecto acaba en tragedia con la muerte de una niña de 16 años.

Arranca el juicio y la acusación pide 3 años y dos meses de cárcel para el conductor por un presunto delito de conducción temeraria, otro de homicidio por imprudencia grave y 7 delitos de lesiones. Una acusación basada en las pruebas de la Guardia Civil

Un informe que recoge una velocidad de hasta 97 kilómetros por hora con el que también la jueza ha abierto la sesión.

Pero el conductor lo niega. Dice que no era consciente y que el cuentakilómetros no se podía ver con claridad. No recuerda nada del trayecto ni haberse dado cuenta de que se saltó varias señales, a pesar de que los niños le alertaron de ello. Gritos que tampoco oyó. Su único recuerdo es un destello antes de salirse de la carretera. Pide perdón a las víctimas por lo ocurrido.

Tras él han sido los pasajeros los que han declarado. Coinciden en que hubo numerosas irregularidades en el trayecto, entre ellas el exceso de velocidad.

La próxima semana se reanudará el juicio con la declaración de varios agentes de la Guardia Civil.