Asociaciones como Accem se encargan en Castilla y León de la inserción social y laboral de los refugiados. En sus centros de León y Burgos atienden a cerca de 200 personas.

Les mostramos el ejemplo de un refugiado colombiano que reside en León desde hace 4 años. No quiere identificarse ni que conozcan donde vive actualmente. Si se hubiese quedado en Colombia, los paramilitares lo habrían matado porque se negaba a desalojar su casa y sus tierras. 

Llegó en avión a Madrid y en la comisaría de policía de Barajas formalizó su petición de asilo. El Ministerio del Interior lo derivó al centro que la Asociación de ayuda al refugiado Accem tiene en León. 

Tuvo suerte porque pudo conseguirlo rápido, en seis meses. Lo normal es conseguirlo en un año, el tiempo que tardan en verificar las causas de la huída. 

También existe la figura del protegido. No tiene tantos privilegios como el refugiado, e incluso tienen que renovar esa condición periódicamente. 

En Castilla y León, Accem está tutelando a cerca de 200 personas que quieren ser refugiados oficiales. Estas asociaciones piden cautela ante la avalancha de solidaridad de ayuntamientos y comunidades.