POLÍTICA

Rajoy reclama no generalizar la corrupción porque solo quedará espacio para los'salvapatrias de las escobas'

'España no está corrompida'. 'España tiene algunos corruptos que, afortunadamente, estamos sacando a la luz'

Europa Press

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho compartir la "indignación" de los españoles por los casos de corrupción pero ha recalcado que esa corrupción es una "parte pequeña" en España y no está "generalizada". De hecho, ha alertado del peligro de extender una sombra de sospecha sobre toda la clase política porque entonces, ha dicho, solo quedará espacio para "los salvapatrias de escoba", en referencia velada a formaciones como Podemos.

En un pleno monográfico en el Pleno del Congreso sobre regeneración democrática, Rajoy ha pedido no "utilizar" la corrupción como "coartada" para "desestabilizar" las instituciones. A su entender, añadir a la corrupción el "infundio" es "peligroso" porque "siembra una desconfianza generalizada que acaba cargando la culpa, no sobre la corrupción, sino sobre la misma democracia".

En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha avisado de que algunos "empiezan generalizando la corrupción, culpan a todos los políticos, se sigue con la propia política y se acaba señalando al sistema". "Y a partir de ahí no queda espacio nada más que para los salvapatrias de las escobas cuyo único programa político consiste en barrer, con las consecuencias de todos conocidas", ha alertado.

En varias ocasiones ha recalcado que "no existe" una "corrupción generalizada" y ha reclamado no extender la sospecha de corrupción a todos los políticos españoles. "Puedo entender la irritación ciudadana, puedo entender la desconfianza, porque las comparto, pero ni lo uno ni lo otro justifica que se generalice la culpabilidad", ha reiterado.

El resto, está sano y conviene recordarlo", ha exclamado, abundando en la idea de que ni España ni los españoles ni sus empresas ni sus trabajadores "están contaminados".

Por eso, Rajoy ha asegurado que es preciso "hacer algo de pedagogía social y política" para no contribuir a que "se extienda la impresión de que todo, absolutamente todo, está corrompido en España", en la clase política y en los servidores públicos.

No obstante, ha reconocido que la corrupción se ha convertido en "noticia cotidiana de primera página en España". "Es la dieta cotidiana de los españoles", ha lamentado, si bien ha dicho que buena parte de la impresión creada obedece a que los mismos casos reaparecen "tantas veces y durante tanto tiempo" produciendo un "efecto multiplicador".

En su discurso, Rajoy no ha hecho ninguna mención a Ana Mato que este miércoles presentó su dimisión como ministra de Sanidad después de que el juez Pablo Ruz la acusara de beneficiarse de regalos de la trama Gürtel.

Eso sí, ha dicho que "todo el mundo sabe que han aparecido corruptos" en el Partido Popular. "He pedido perdón por ello", ha proclamado, para añadir que todos esos casos de corrupción no es nada "nuevo" en la historia de la democracia española porque a la corrupción le trae sin cuidado "las ideas" o las "banderas".

El jefe del Ejecutivo ha querido dejar claro que si afloran hoy "tantos casos" de corrupción es porque se están combatiendo y las instituciones funcionan. "Sé que todo lo que sale a la luz habla más del pasado que del presente", ha manifestado, para resaltar que "todos los corruptos conocidos tienen enfrente a un juez".
 
Tras repasar la batería de medidas anticorrupción que recoge la Ley de control económico-financiero de los partidos y la ley sobre el Estatuto del Cargo Público, Rajoy ha tendido la mano a los grupos de la oposición para alcanzar un acuerdo en esta materia y que las iniciativas estén en vigor cuanto antes.

"Vamos a procurar un acuerdo extenso pero, si no fuera posible alcanzarlo, no me quedará más opción, aún lamentándolo, que cumplir con mi deber, es decir, sacar adelante los proyectos de ley con los votos que nos han confiado los españoles", ha afirmado, para avisar a los grupos que la gente no entenderá que el Parlamento deje de tomar medidas eficaces contra la corrupción "por falta de acuerdo" entre los grupos.

Según Rajoy, los españoles "quieren un acuerdo" y les "ofende" las diferencias en esta materia entre los partidos y que se convierta en "arma de disputa política". "Les parece estúpido que, como dice la fábula, discutamos sobre 'si son galgos o si son podencos' cuando lo que importa es que son perros", ha aseverado.

Finalmente, el presidente del Gobierno ha asegurado ante los diputados que están bien las leyes y las reformas pero, por encima de todo, tienen el deber de ser "ejemplares". "En lo que a mi respecta, los españoles saben que tienen mi compromiso permanente encima de la mesa", ha declarado.