El cortejo fúnebre con los restos de Felipe el Hermoso, fallecido meses antes en la capital burgalesa, llegó hasta la localidad burgalesa de Arcos de la Llana en octubre de 1507. Una efeméride que desde hace una década recuerdan los moradores de esta pequeña población burgalesa que durante el último fin de semana de agosto celebra una representación teatral, acompañada de un mercado medieval, para recordar el paso de Juana I de Castilla por su pueblo. Un acontecimiento que reúne a vecinos y visitantes en torno a una representación que destaca por su verosimilitud y realismo pese a que los actores no son actores profesionales.

'Juana: Ciega Razón' da título a la obra de teatro que se podrá ver a las 21.45 horas del sábado 27 y del domingo 28 con un argumento muy real; el que narra la llegada el 10 de octubre de 1507 del cortejo fúnebre del esposo de la apodada como 'Juana la Loca', fallecido en la Casa del Cordón de Burgos.

Acompañan a Juana sus dos hijos Fernando y Catalina, seguidos de un gran sequito de nobles, soldados, obispos, monjes y antorcheros que iluminan las noches cerradas de la cada vez más fría Castilla.

La primera parte de la obra, según confirmaron fuentes de la organización, narra la entrada del cortejo por el puente romano y su entrada por el arco principal de la localidad. En ese punto, narra la historia que el pueblo y sus representantes fueron quienes recibieron a la apenada viuda a quien condujeron junto con el cadáver de su esposo hasta la iglesia de la localidad. 

Ya en el interior del templo, la obra pone en escena a una Juana sumida en la más absoluta tristeza. Así, la monarca castellana “recuerda sus primeros años en Flandes, los continuos desprecios a los que se ve sometida por parte de su esposo y los miembros de su corte”. Asimismo, evoca los desencuentros con su amado y su vida en palacio.

La tercera parte de la puesta en escena recuerda el momento en el que el padre Juana, Fernando 'El católico'- viudo de Isabel-, presenta a su nueva esposa, Germana de Foix, a Juana. Es el momento en el que Fernando intenta convencer a Juana para que le entregue a su hijo menor debido a la dejadez física y mental de ésta.

A mediados de febrero de 1509, Juana I de Castilla dejó Arcos de la Llana rumbo a la localidad vallisoletana de Tordesillas, donde, cautiva, pasaría los últimos años de su vida.

Los restos de Felipe el Hermoso llegaron a la Capilla Real de Granada poco después de que Juana lo hiciera al castillo en el que fue recluida y apartada de todo poder político.