SANIDAD

Sanidad evitará un centenar de fallecimientos y más de 600 neumonías al año con la nueva vacuna

El nuevo tratamiento se aplicará de forma universal a todos los que cumplan 65 años, que este año ascienden a 27.661 personas, y que pretende generar 'inmunidad de grupo'

Ical

La Consejería de Sanidad espera evitar al año un centenar de fallecimientos y más de 600 neumonías y otras infecciones graves causadas por el neumococo, como la meningitis o la sepsis, con la nueva vacuna antineumocócica que comienza a aplicarse de forma universal y gratuita a todos los que cumplan 65 años y que, para empezar, este año beneficiará a 27.661 personas en la Comunidad, quienes serán notificados por el departamento.

De este modo, se pretende generar "inmunidad de grupo" y hacer más duraderos en el tiempo los resultados, gracias a esta recomendación con la vacuna conjugada tridecavalente, según explicó el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, durante una jornada en el Colegio Oficial de Médicos de Valladolid.

Sáez Aguado recordó que la neumonía neumocócica causó más de 4.500 hospitalizaciones entre 2011 y 2015 en personas mayores de esta edad y uno de cada cinco pacientes falleció. El consejero explicó que dos son los motivos por los que esta nueva vacuna, que eleva la "protección" a 13 tipos de antígenos o serotipos. Por un lado, porque el 60 por ciento de los pacientes que padecen neumonía cuentan con 65 años y, por otro, porque es "la etapa en que es más razonable la relación coste-efectividad".

A partir del año que viene, todos aquellos ciudadanos que cumplan 65 años tendrán también acceso gratuito a esta vacuna, a medida que cumplan esta edad. Se suman a los grupos de riesgo a los que se aplicaba la anterior, que cubre menos antígenos. La infección por Streptococcus pneumoniae puede producir un amplio rango de enfermedades, desde otitis media, mastoiditis, sinusitis y otras enfermedades comunes del tracto respiratorio superior, hasta otras formas más graves, conocidas como enfermedad neumocócica invasora (ENI) y que pueden manifestarse en forma de neumonía bacteriémica, meningitis o sepsis.

La inclusión de esta vacuna en el Calendario Oficial de Vacunaciones de Castilla y León para los adultos de 65 años es una medida pionera en España, tal y como subrayó Sáez, ya que hasta la fecha tan solo Madrid la había adoptado. No obstante, los menores de esa edad que deseen vacunarse podrán hacerlo también con el anterior tratamiento. El objetivo es disminuir la morbimortalidad por enfermedad neumocócica en la población general y en los grupos de riesgo más susceptibles a través de una adecuada cobertura de vacunación, un objetivo aplaudido por el Colegio de Médicos.

Los datos epidemiológicos básicos recogidos en Castilla y León demuestran que el 60 por ciento de los casos de ENI diagnosticados, equivalentes a una tasa de 14,11 casos por 100.000 habitantes, se han presentado en adultos mayores de 65 años. En su conjunto, la tasa de incidencia global de ENI para Castilla y León en 2015 ha sido de 5,65 casos por 100.000 habitantes.

Se estima que la neumonía neumocócica causó entre 2011 y 2015 un promedio de más 4.500 ingresos hospitalarios anuales en los mayores de 65 años y que de estos pacientes fallecieron casi uno de cada cinco (el 17,2 por ciento).

Análisis coste-efectividad

Para la puesta en marcha de este programa de vacunación, la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad ha evaluado el impacto clínico y económico de añadir a las indicaciones financiadas actualmente esta vacuna en las personas de 65 años que viven en Castilla y León. Según los resultados obtenidos, esta estrategia de inmunización conllevaría un descenso importante de los casos de enfermedad neumocócica, fundamentalmente de neumonías hospitalarias y extrahospitalarias, e implicaría un ahorro neto de costes a partir del segundo año tras el inicio del Programa.

Asimismo, se ha estimado que evitaría 3.106 casos de enfermedad causada por neumococo y supondría un ahorro neto de más de seis millones de euros, principalmente debido a los casos de neumonías hospitalarias no invasoras, seguido de neumonías bacteriémicas.

Además de para las personas de 65 años de edad, la vacuna también está financiada para aquellas que, por tener una patología de base, tienen un riesgo mayor de contraer la enfermedad. Entre otros, cabe destacar los pacientes inmunodeprimidos, los receptores de trasplantes hematopoyéticos, los que presenten fístulas de líquido cefalorraquídeo, sean portadores de implantes cocleares o personas susceptibles de recibirlo, aquellas que cuenten con antecedentes de padecimiento de ENI o las que sufran una hepatopatía crónica por cualquier causa (incluida la cirrosis).

Sáez recordó que la Consejería de Sanidad "mejora de forma constante los calendarios vacunales". Así, además de la inclusión del programa frente al Herpes Zóster en adultos para los grupos de riesgo, recientemente se ha modificado el calendario de vacunación infantil, en el que se han incluido la vacuna neumocócica conjugada tridecavalente y la de la varicela, así como la vacuna frente a la tosferina en mujeres embarazadas y el anticipo –pasa de los 14 a los 12 años- de la vacuna frente al virus del papiloma humano.