Benavente ha decidido aumentar el control contra los excrementos de perros en la vía pública. Y para ello estudia cambiar su ordenanza. Cuando se encuentren restos de este tipo en las calles, se puede recoger una muestra, enviarla a un laboratorio andaluz y conocer a qué perro corresponde. Previamente será obligatorio que los dueños de los cánidos le realicen un análisis de sangre, para tener una base de datos con el ADN. La prueba costará 15 euros y la pagará el dueño junto con la multa. El coste para el ayuntamiento sería 0.

Los ciudadanos en general ven bien la medida, aunque no todos. Se espera que esté que la nueva ordenanza esté en marcha en 2014 y será pionera en Castilla y León.