Iberdrola registró un beneficio neto de 2.416,6 millones de euros entre enero y septiembre de 2017, lo que supone una mejora del 18,4 por ciento con respecto a idéntico periodo de 2016. Según informó la eléctrica mediante una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la mejora se produjo gracias al negocio internacional, que compensa los malos resultados en España.

De hecho, el resultado bruto de explotación (Ebitda) retrocedió un 5,1 por ciento, hasta los 5.440 millones de euros. Este resultado se vio afectado por el escaso recurso hidroeléctrico en España, con una producción un 57,6 por ciento inferior a la de los nueve primeros meses del año anterior, y por los menores márgenes y demanda en el negocio liberalizado de Reino Unido, que se compensa, en parte, por la buena evolución de los negocios internacionales de redes y renovables.

En este sentido, fue clave la aportación de las filiales Avangrid, en Estados Unidos, y Neoenergia, en Brasil. El beneficio neto de Avangrid ascendió a 494 millones de dólares, un 14 por ciento más, mientras que la reorganización societaria en Brasil (integración de Elektro en Neoenergia) ha supuesto una plusvalía de 521 millones de euros para Iberdrola, resultado de la puesta a valor de mercado de la participación que la compañía tenía anteriormente en Neoenergia y que ahora asciende al 52,45 por ciento.

Como consecuencia, la filial brasileña tiene un impacto positivo neto de 508 millones de euros en el beneficio del grupo para estos nueve primeros meses del año.

Las ventas de Iberdrola entre enero y septiembre se situaron en 22.284,7 millones de euros, un 3,5 por ciento más, con un aumento del margen bruto del 0,2 por ciento, hasta los 9.760,4 millones de euros.

El flujo de caja operativo ascendió a 4.625,6 millones de euros, un 1,9 por ciento menos. La partida de tributos, por su parte, ha alcanzado los 1.460,9 millones de euros, un 12,4 por ciento más.

Por negocios, el Ebitda del área de redes se incrementó un 5,4 por ciento, hasta los 3.092,1 millones de euros, impulsado por el buen desempeño operativo en Estados Unidos y Brasil, que mejoran un 15,5 por ciento y un 72,4 por ciento, respectivamente. Más del 60 por ciento del Ebitda de redes procede ya de fuera de España.

Por su parte, Generación y clientes registró un Ebitda de 1.241 millones de euros hasta septiembre, un 28,4 por ciento menos. Este resultado se ha visto afectado por la baja producción hidroeléctrica en España -un 57,2 por ciento inferior- y la peor evolución en Reino Unido, que ha reducido tanto su producción (-28,6 por ciento), debido en gran parte al cierre de la planta de carbón de Longannet, como la demanda y los márgenes minoristas.

Renovables se mantuvo estable, con un Ebitda de 1.142,8 millones de euros, en línea con el de los nueve primeros meses de 2016. El negocio en España también se ha visto afectado por el escaso recurso eólico, si bien ha mejorado en otros países: Reino Unido ha aumentado un 34,7 por ciento su Ebitda, y Brasil y México, un 3 por ciento.

El grupo incrementó sus inversiones un 31,5 por ciento en el periodo, hasta situarlas en 3.997,1 millones de euros. De esta cantidad, un 91 por ciento se destina a proyectos de redes, renovables y generación con contratos a largo plazo, de acuerdo a la estrategia de centrar su actividad y retornos futuros en negocios estables y regulados.

Iberdrola tiene actualmente en construcción 7.361 megavatios (MW) de capacidad, que se pondrán en marcha hasta 2020. De ellos, alrededor de 2.700 MW estarán operativos ya en 2018.

Estas nuevas instalaciones serán, en su mayor parte, parques eólicos marinos y terrestres (1.064 MW y 1.412 MW, respectivamente) y ciclos combinados y cogeneraciones (3.571 MW). En paralelo a este proceso de crecimiento, Iberdrola ha contratado a 2.559 profesionales, con lo que su equipo supera ya las 34.000 personas al cierre de septiembre.

Asimismo, el grupo ha realizado compras a más de 20.000 proveedores en todo el mundo por un importe superior a los 6.300 millones de euros.