Los primeros madrugones de la temporada han merecido la pena. Sobre todo en la mitad norte de Castilla y León. Burgos, Soria, Palencia o León no han fallado en sus registros y se han visto perchas con más de 14 ó 15 codornices.
La mayoría de sus quejas residen en ver tierras aradas ya a mediados de agosto que anulan el refugio natural de los animales.
A pesar de ello, los martes, jueves, sábados y domingos los aficionados podrán seguir sus rastreos hasta el 14 de septiembre.