OPERACIÓN NAIDAR

Detenidas 57 personas e intervenidas 15 toneladas de cobre robadas en siete CCAA

A los detenidos, 53 de nacionalidad rumana y cuatro españoles, se les atribuye la supuesta autoría de 205 hechos delictivos

Rtvcyl.es / Europa Press

La Unidad de Policía Judicial de Guardia Civil de Albacete ha desmantelado una organización criminal que se dedicaba al robo de cobre en siete comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León, "la más importante de toda España" según ha declarado el Delegado de Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio.

Gracias a esta operación, en la que se lleva trabajando desde octubre de 2014, se han conseguido detener a 57 personas y se han intervenido más de 15 toneladas de cableado de cobre procedente del robo en instalaciones estratégicas de diecinueve provincias, seis de ellas castellano y leonesas.

Las investigaciones de la operación, denominada 'Naidar', "comenzaron tras la desmantelación de varias instalaciones eólicas y fotovoltaicas de las comarcas de Almansa, Alcaraz y la Manchuela", ha señalado el delegado del Gobierno.

Gracias a ellas se han conseguido establecer hasta 205 hechos delictivos cometidos en instalaciones estratégicas, como parques eólicos y fotovoltaicos, infraestructuras ferroviarias, redes de telefonía y tendidos eléctricos de vías públicas en las regiones de Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Castilla y León, Andalucía, Valencia y Murcia, entre otros.

"Muchos de estos robos han causado un grave perjuicio a la sociedad y desórdenes importantes en municipios rurales, ya que se quedaban durante días sin suministro eléctrico o red de telefonía", ha apuntado José Julián Gregorio.

45 registros domiciliados

Además, se han intervenido en uno de los centros gestores donde la organización daba salida al cobre sustraído 15 toneladas de cableado de cobre procedente de dichas instalaciones y se han practicado 45 registros domiciliarios donde se ha intervenido diversos dispositivos electrónicos, dos escopetas del calibre 12 que habían sido sustraídas, teléfonos móviles y abundante documentación relacionada con la investigación.

A los detenidos, 53 de nacionalidad rumana y cuatro españoles, se les atribuye la supuesta autoría de 205 hechos delictivos, entre ellos: robos con fuerza, desordenes públicos, tenencia ilícita de armas, robo y uso de vehículo a motor, atentado a gente de la autoridad, receptación y pertenencia a organización criminal.

La operación se inició a raíz de varios robos cometidos con fuerza de cableado de cobre en instalaciones estratégicas durante los años 2014 y 2015 en la provincia de Albacete, por lo que los agentes establecieron un dispositivo de seguimiento y control sobre un grupo de personas asentadas en un poblado de Madrid conocido como 'El Gallinero' que podrían estar dedicándose a cometer este tipo de robos. Fue entonces cuando se procedió a la detención de los integrantes de la organización con edades comprendidas entre los 16 y 55 años de edad.

Planificación de robos

Los detenidos formaban un grupo organizado jerárquicamente compuesto por un primer escalón integrado por los "jefes" que eran los encargados de realizar las funciones de dirección y coordinación de todo el entramado. De ellos dependían otros niveles entre los que se encontraban los responsables de cometer los robos; los que realizaban funciones de apoyo y colaboración, los que adquirían y tramitaban la documentación de los vehículos utilizados para cometer los robos y un último escalón encargado de gestionar la salida del cobre sustraído a través de una extensa red de receptadores.

"Formado por grupos de entre 8 y 16 personas que les proporcionaban gran movilidad por toda la geografía española y dificultando el trabajo de la Guardia Civil", ha explicado el delegado de Gobierno en Castilla-La Mancha, que ha añadido que "antes de cometer los robos, planificaban todo al detalle" seleccionando previamente el lugar mediante reconocimientos previos o bien por robos cometidos con anterioridad.

Posteriormente, se desplazaban en vehículos de gran cilindrada, con más de 15 años de antigüedad y con amplia capacidad de carga para efectuar los robos, en los cuales "no dudaban si era necesario en llevarse por delante de manera muy violenta a los vehículos de las Fuezas y Cuerpos de Seguridad en su huída", ha sentenciado José Julián Gregorio, "llegando a atentar contra cinco agentes, dos de los cuales tuvieron que hospitalizados".

Tras los robos regresaban a su base de operaciones en el poblado, retiraban las cubiertas de plástico que envolvían el cable de cobre para que quedase "limpio" incrementando su valor en el mercado ilícito y dificultando así investigación sobre su procedentica.

Después lo ocultaban en el asentamiento chabolista, a la espera de poder venderlo en centros gestores de residuos metálicos (chatarrerías o desguaces). En este sentido, en delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha ha querido dar "un toque de atención" a los centro receptores, asegurando que "están haciendo un gran daño a la sociedad al ser cómplices de estas prácticas".