No ha sido cosa de un día. El saco del desencanto de Herrera se ha ido colmando con la displicencia del Gobierno Central.
El remate ha sido la crisis minera pero antes, en demasiadas ocasiones, Moncloa le ha molestado por agraviar a Castilla y León en asuntos como la financiación autonómica, en el reparto del déficit y en la reforma local, toda una amenaza para la comunidad con más municipios de España.
Estos palos en el camino son mérito del Ministro Soria y de Montoro y del propio PP nacional no haber respondido
Siempre ha objetado al PP nacional "desde la lealtad y la claridad", pero han sido muchas, demasiadas las ocasiones en las que por agravio a esta comunidad ha tenido que hacerlo.