Las Cortes de Castilla y León van a impulsar mejoras para la asistencia sanitaria en el medio rural. A propuesta de Ciudadanos y con el apoyo de todos los grupos de la cámara, piden a la Junta que se apoye en la telemedicina. Se trata de que los médicos de urgencias de los centros de salud más lejanos o con accesos más complicados a su  hospital de referencia, puedan consultar con los especialistas a través de sistemas informáticos y compartir las pruebas diagnósticas. La telemedicina ya está implantada en la comunidad, pero aún no llega a todos los rincones. Nosotros hemos querido saber de primera mano cómo funciona.

Manuel Maroto entra en una consulta del centro de salud de Arévalo para hacerse una revisión del fondo de ojo. Es diabético, y su endocrino vigila periodicamente su vista. Pero ella no es oftalmóloga, es médico de familia. Le atiende, dilata su pupila, le toma la imagen, y ya sólo le queda esperar el resultado de la prueba.

Ahorra tiempo y el coste del transporte. Pero la teleoftalmología también ayuda en su diagnosis y acorta los tiempos

Carmen hizo hace ocho años un curso de capacitación, y ahora, una vez por semana pasa esta consulta tan especial. Ahora la experiencia le permite incluso diagnosticar en algunos casos.

Es entonces cuando el especialista, que está en Ávila, entra en juego. Primero analiza las imagenes y los datos enviados por Carmen. Y sólo cita a los pacientes con problemas que requieren más atención.

Ahorro de tiempo para el paciente, diagnosis más rápida y agil, y especialidades menos colapsadas. La telemedicina ya se utiliza en oftalmología, pero también en cardiología o psiquiatría. Y supone una solución al reto de la dispersión y las zonas poco accesibles.