Poco que jugarse en el estadio de Palamós, o eso es lo que decían algunos. Porque sin duda, ni el entrenador ni los jugadores del Club Deportivo Mirandés habían ido a tierras catalanas a pasear. Así lo habían declarado todos los que habían pasado por sala de prensa durante la semana, y así lo demostrarían sobre el césped. El objetivo era arrebatar al U.E. Llagostera la octava posición de la clasificación.
El partido arrancó con un ritmo vertiginoso. Pero no solo ritmo de juego, sino también de ocasiones. Cuando apenas se habían cumplido veinte minutos de encuentro, los dos conjuntos podían contar por más de tres sus ocasiones de cara al marco de la portería de Razak y Moragón, respectivamente. Y es que ambos tuvieron las suyas para adelantarse en el marcador e incluso poner tierra de por medio si la puntería hubiese sido otra. Pero lo cierto es que quienes parecían verdaderamente inspirados esta tarde eran los porteros, que alejaron cualquier balón que llevase dirección entre los tres palos. En el cuadro local Sergio León fue el encargado, como suele ser habitual en el conjunto blaugrana, de llevar el peso atacante de los suyos. Así, el 9 catalán no dejó ni que se cumpliera el minuto 5 para hacer sonar entre su afición el primer ‘uy' en las gradas. Fue una jugada por el pico izquierdo del área, en la que acertó a internarse y deshacerse de su par con una magnífica bicicleta para acabar disparando ante un Razak muy atento que puso las manos para repeler el chut. Un minuto después llegaría la réplica visitante por medio de Emilio Sánachez, que se sacó un derechazo espectacular con rosca que se estrelló con el larguero de la puerta de Moragón. El espectáculo estaba servido y la tarde prometía, al menos para el espectador, no tanto para los dos entrenadores que trataban de reforzar sus defensas para rebajar el peligro que los delanteros de uno y otro bando llevaban con frecuencia a las áreas. En el 9 de juego sería Sergio León quien volvería a intentarlo, incisivo como siempre en la punta de ataque y cayendo generalmente a banda izquierda para hacer moverse a la zaga rojilla. Su movilidad entre la línea de medios y la defensa fue un auténtico quebradero de cabeza para los de Carlos Terrazas. Sin embargo, en ninguna de las que tuvo acertó a transformar. En el Club Deportivo Mirandés el protagonismo estuvo más repartido, y si primero fue Emilio Sánchez el que se sacó un brillante disparo de la chistera, poco después sería su compañero de filas Provencio quien haría lo propio para obligar la estirada de Moragón que la sacó a una mano. Fue un ‘toma y daca' constante que sorprendentemente acabó sin goles con los jugadores ya en vestuarios.
Para los segundos 45 minutos era evidente de los entrenadores iban a tratar de minorizar los riesgos atrás a la vez que tratarían de mantener su peligro en la línea de arriba. Pero el sobreesfuerzo defensivo hizo que las ocasiones de gol disminuyesen en esta segunda mitad. Tampoco la precisión en las combinaciones de balón eran ya las mismas, y el C.D. Mirandés, que había cuajado un primer tiempo impecable en la circulación, comenzó a perder balones en un partido que se volvió más trabado. Ahora costaba más que la pelota llegase en condiciones a la delantera; también para el cuadro local. Así que tuvo que aparecer otra vez la magia en una genialidad de Pedro Martín que acabó inaugurando el marcador con un disparo precioso -desde el mismo vértice del área- con rosca y a la escuadra. Se abría así en el minuto 66 un marcador que ya no se movería más y que, en cualquier caso, estuvo más cerca de alargar la diferencia que de empatar la contienda. Y es que los últimos minutos de partido el juego se convirtió en un auténtico asedio de los chicos de Carlos Terrazas sobre la portería de Moragón, que no veía cómo su defensa se descolocaba costantemente pensando más en el ataque que en defender su marco -lógicamente por la necesidad de empatar-. La tuvo Álex García, de chilena; la tuvo Jordi Pablo y la tuvo Álex Ortiz. Pero tampoco los rojillos conseguirían abrir brecha en el marcador pese a este último gran tramo de encuentro.
Así pues, el partido se saldó con el objetivo cumplido de asaltar la octava posición de la categoría de plata del fútbol español con 56 puntos, a falta tan solo de la última jornada en casa en la que los rojillos recibirán a un Real Mallorca con los deberes ya cumplidos.