Para que los pueblos más pequeños funcionen y tengan las cuentas en orden como les exige Hacienda necesitan de un secretario interventor. En nuestra comunidad estos funcionarios reparten sus tareas entre varios pueblos, pero no dan abasto. Ahora mismo en Castilla y León hacen faltan 300 más según los cálculos del Consejo de Cuentas. Su firma se requiere prácticamente para todo, con lo que ello supone cuando faltan.