Apenas se parecen fisicamente pero los cuatrillizos de Segovia comparte una extraordinaria capacidad para el estudio. A sus diecisiete años atesoran un expediente con una media de nueve. Cursan segundo de bachiller, los cuatro se han decantado por las ciencias pero solo la chica tiene claro su futuro universitario: medicina. La genética marca pero en este caso también la educación.

Discretos y modestos reconocen que la clave está en el esfuerzo.
     
Siempre van juntos, y parecen un grupo de amigos más que hermanos. Todo el mundo en el IES Andrés Laguna de Segovia conoce a Carlos, Jaime, Ana y Ricardo como 'los cuatrillizos'.

No saben todavía lo que van a estudiar pero seguro que serán cosas diferentes.

Juan Carlos Sacristán es su profesor desde hace años. Tampoco se ha tenido que quebrar la cabeza para descifrar la fórmula del éxito de esta familia."Un buen clima familiar es el que propia estos resultados y ¿por qué no? la genética también."

Sea como sea, en Segovia hay unos padres que deben de estar muy orgullosos. Una alegría multiplicada por cuatro.